El hombre acusado de un persistente acoso a su ex pareja -a la que supuestamente quemó la casa y tres coches- se defiende diciendo que todo es mentira y que la mujer se niega a devolverle 8.000 euros que le debe alegando que corresponden a “servicios prestados al no haber podido ejercer la prostitución”.

José Antonio explica a este periódico que su ex le debe 8.000 euros de una moto de agua que le compró, una deuda “totalmente documentada”, y añade que la mujer ha emprendido una campaña de desprestigio en prensa cuando ha recibido la demanda civil para que devuelva ese préstamo. 

Además le prestó un total de 12.000 euros para pagar otras deudas que tenía, para hacer obras en su casa y para unos cursos de formación profesional, aunque no reclama esta parte y “lo da por perdido”. 

Sostiene que su ex ejercía la prostitución desde diez años antes de entablar su relación afectiva y ahora se niega a devolver las cantidades porque corresponden a servicios prestados “por el tiempo que estuvo con él y no pudo ejercer”.

Los anuncios en páginas de contactos sexuales los pone ella misma, que ha vuelto a trabajar como prostituta tras la ruptura, según José Antonio.

La mujer planteó el verano pasado una denuncia ante el juzgado 5 de Dos Hermanas (Sevilla), encargado de temas de violencia de género, porque supuestamente su ex pareja le había quemado la casa y tres coches, le había rajado tres veces las ruedas del coche, había matado a su gato y le amenazaba en las redes sociales. 

El abogado de José Antonio ha solicitado el archivo de esta causa porque el denunciado vive habitualmente en Málaga, es viajante de comercio y los días que ocurrieron las agresiones se encontraba fuera de Sevilla. En concreto, asegura que la noche del pinchazo de las ruedas estaba cenando con cuatro amigos, subieron fotos a las redes sociales y pagó la factura con su tarjeta.

También niega las amenazas y solo reconoce que un día la llamó “mamarracha” al acalorarse durante una discusión. Tampoco reconoce haber matado al gato de la mujer: “Yo mismo cuido animales y soy incapaz de hacerles daño”, dice a este periódico.

José Antonio afirma que rompió la relación con la mujer a los nueve  meses de entablarla, al enterarse de que ejercía la prostitución.

La denunciante “tiene malas compañías” y “debe dinero a mucha gente”, entre otros 4.000 euros por unas obras que hizo en su casa y un mes a la mujer que trabajó como su empleada de hogar.

José Antonio se declara esperanzado del archivo de la causa contra él y pide que “no se gasten recursos judiciales que pueden beneficiar a otras personas que de verdad lo necesitan”.