Juicio de los ERE

Las defensas se comprometen a limitar los interrogatorios para evitar una tarde más de juicio

  • Consideran “dramático” para los despachos la ampliación de las sesiones y piden a la Fiscalía que “colabore” para que las declaraciones no se extiendan

  • El tribunal acepta el compromiso de las defensas y se muestra abierto a suprimir la tarde de los lunes si el juicio “coge otro ritmo”

El tribunal de los ERE.

El tribunal de los ERE. / efe

Las defensas de los ex altos cargos procesados en el juicio por el denominado “procedimiento específico” de los ERE se han comprometido este miércoles a limitar en la medida de lo posible los interrogatorios a los testigos para evitar la ampliación de las sesiones de la vista oral a los lunes por la tarde, una medida que han tildado de “dramática” para la marcha de los distintos despachos profesionales.

Al inicio de la sesión número 77 del juicio, el abogado Alfonso Martínez del Hoyo ha intervenido para sugerir al tribunal la “optimización del rendimiento de las mañanas” del juicio, comenzando la vista oral antes, en concreto a las nueve de la mañana –ahora empiezan a las diez-, y finalizando a las tres de la tarde, todo ello con la idea de favorecer la buena marcha de los bufetes, que tienen que compatibilizar el resto de su trabajo con las cuatro sesiones del juicio de los ERE: las tres de las mañanas de lunes a miércoles y la tarde de los miércoles. También ha propuesto seguir las recomendaciones del tribunal para ir a “lo esencial” a la hora de interrogar a los testigos.

Martínez del Hoyo, que representa al ex consejero de Empleo Antonio Fernández, ha expresado que las defensas son conscientes del retraso que lleva la fase testifical de este juicio –sólo han pasado 49 de los 150 testigos propuestos- y de que la Sala, de la que ha reconocido que ha sido “plenamente respetuosa con el derecho de las partes y con el derecho de defensa”, tenía que tomar una decisión para agilizar la marcha del proceso. No obstante, ha recordado que los abogados no disponen de la “liberación de otros asuntos”, por lo que ampliar el juicio con una sesión de tarde todos los lunes les coloca en una situación “insostenible”.

Por su parte, el abogado Juan Carlos Alférez, que defiende al ex director de la agencia IDEA Jacinto Cañete, ha llamado la atención sobre el hecho de que “no es tanto el tiempo” que emplean las 18 defensas en los interrogatorios “en comparación” con el que emplea el Ministerio Público. Así, ha dicho que las preguntas de las defensas están cada vez “más condensadas” y el tiempo que emplean es “nimio en comparación” con el que utilizan los fiscales delegados de Anticorrupción, a los que ha pedido “colaboración” para evitar una situación que ha calificado de “dramática” para los despachos profesionales, puesto que los abogados tienen que seguir “comiendo y viviendo” y con más sesiones se les causa un gran perjuicio. 

El presidente del tribunal, el magistrado Juan Antonio Calle Peña, ha respondido a la petición de las defensas señalando que la Sala cuando fijó el calendario lo hizo intentando que trastornara “lo menos posible a las partes”, de ahí que sólo se fijara inicialmente una sesión de tarde, para colaborar en la buena marcha del juicio "con la menor perturbación posible a los despachos”.

Sin embargo, el magistrado ha recordado que la “obligación” del tribunal está en que el juicio “no se dilate” más y aunque se había barajado también la posibilidad de ampliar la mañana, “no se alcanza el mismo rendimiento que con una tarde”.  En este sentido, ha afirmado que aunque lo ideal sería ampliar una mañana más, por ejemplo los jueves, con la alternativa de comenzar a las nueve de la mañana sólo se conseguirían “tres horas” más de juicio, mientras que con la tarde se superan las cuatro horas.

Sobre el “compromiso” de las defensas de ceñir los interrogatorios a lo esencial, Calle Peña ha señalado que el tribunal ya lo había pedido con anterioridad en varias ocasiones y “si no se ha conseguido reducir es por lo que se ha ampliado” una tarde más, pero también ha destacado que al igual que se ha ampliado esa tarde se puede suprimir “si efectivamente se ve otro ritmo de interrogatorios” que permita cumplir el calendario inicial que fija la finalización del juicio para finales de noviembre próximo.

El magistrado ha apuntado que hay “tres reglas básicas” que no son muy difíciles de seguir y que permitirían reducir el tiempo de los interrogatorios sin que se produzca una merma en el derecho de las defensas a preguntar a los testigos. “Se puede reducir el tiempo de los interrogatorios si se evita hacer preguntas ya contestadas; y cuando la postura del testigo es nítida y reiterada, preguntar por el criterio de otro testigo que ha mantenido lo contrario, no va a hacer más que mantener su criterio. Y en tercer lugar, hay preguntas que podrían formularse sin la necesidad de exhibir documentos, porque con la exhibición se duplica el tiempo”.

Por todo ello, el tribunal ha señalado que el llamamiento a las partes para que limiten sus interrogatorios, unido al “compromiso” de los letrados, puede permitir que se suprima la sesión de tarde extra que ha sido acordada si el juicio “coge otro ritmo”.

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