Huelva de ayer a hoy

Cuando la cuesta era de tierra

  • Una imagen gráfica que traslada a la Huelva de los años treinta del siglo pasado; entre las laderas del cabezo crecen los almendros con sus flores blancas de invierno

Una visión de San Pedro desde la cuesta de la Vía Paisajista, en 1931.

Una visión de San Pedro desde la cuesta de la Vía Paisajista, en 1931. / Foto Macías (Archivo Sugrañes)

Es una imagen entrañable de lo que era la cercanía del Barrio de San Sebastián, con las laderas del cabezo de Esperanza y el de la Horca que llegaban hasta las traseras de las casas de la calle Nueva y Garcí Díaz.

La fotografía que hoy mostramos está firmada por Macías para la revista de Turismo del año 1931, donde se publica. Un tiempo lejos de la feria de Fitur pero en el que también se quería promocionar nuestra ciudad.

Se puede ver la tierra de la cuesta y los cabezos del barrio de San Sebastián en 1931. Se puede ver la tierra de la cuesta y los cabezos del barrio de San Sebastián en 1931.

Se puede ver la tierra de la cuesta y los cabezos del barrio de San Sebastián en 1931.

Se trata de una imagen como de campo en el mismo centro de la ciudad.

Es la cuesta que subía hacia los cabezos desde las Tres Calles, y que daba acceso a las Escuelas de la Esperanza que, por cierto, no tuvieron mucha aceptación porque ya donde se encontraba se consideraba un sitio lejano para la población que, por otra parte, estaba solo a bajar de la cuesta.

En esta laderas de los cabezos los vecinos tenían sus huertos con buenas hortalizas

Para quienes se disponían a subirla tenían una buena paradita en la taberna Pechuguita, donde una media botella de vino y unas avellanas servían para reponer las fuerzas y enfrentarse al reto de llegar hasta arriba, donde por otro lado estaba el premio de la mejor vista de la ciudad y llegar con la mirada hasta la Ría, cosa que hoy es también bastante difícil.

Esta es la zona de cabezo más llana en su ladera que servía para los clásicos huertos del barrio, que los abastecía de las hortalizas con la que sus hortelanos competían en los concursos para las fiestas de San Sebastián o incluso se mostraban los mejores y más grandes frutos en los llamados huertos y fachadas.

Esta es la zona por la que empieza la gran transformación del barrio, es la que marcará toda la cirugía que ya apunta Alejandro Herrero en su plan de 1964, que tenía sus antecedentes en los de 1950 y 1955. No será hasta 1984 cuando se pone en marcha lo que vendrá a llamarse el Eje de San Sebastián y que afectará en primer tramo a lo que es esta zona que, como vemos, es la de la calle Nueva con su unión con la de las Tres Calles, para dejar liberada toda la plaza de la Palmera o del Bacalao que se conectará también con la Vía Paisajista, que es otro de los grandes proyectos en la ciudad de los años setenta.

Aspecto actual en el tramo de la Cuesta de Jesús de las Tres Caídas. Aspecto actual en el tramo de la Cuesta de Jesús de las Tres Caídas.

Aspecto actual en el tramo de la Cuesta de Jesús de las Tres Caídas. / E. J. Sugrañes

Un eje de San Sebastián que se irá completando con nuevos tramos hasta conectar con las obras que se ponen en marcha en la Huelva del 92 y las que más tarde le conectaría con un nuevo bulevar con la propia autopista. Un eje el de Herrero que marcaba una cirugía interior hasta llegar a la mima plaza Doce de Octubre.

Sin embargo, todo quedó en la plaza de la Palmera, a pesar de que se ampliaron las calles céntricas que llegan hasta ese punto neurálgico.

Ahora la visión de la ciudad en este entorno es más de carácter peatonal, aunque continúa siempre en el debate la idea de llegar hasta la zona portuaria que es lo más normal en una ciudad marinera como la nuestra.

Entre pitas y almendros

Es, sin duda, una imagen entrañable de una Huelva de ayer, con calles de tierras y cabezos hasta en la misma cercanía del centro de la ciudad. Es la falda del cabezo de la Esperanza, desde donde se puede ver perfectamente la parroquia de San Pedro, con la Puerta del Mar. En el margen de la foto, aparece un almendro en flor.

Tapada entre bloques

La imagen actual de este espacio es bien diferente. Ahora hay toda una gran avenida asfaltada que en este primer tramo quedó rebautizada como cuesta de Jesús de las Penas en sus Tres Caídas. La iglesia de San Pedro queda oculta detrás de los grandes bloques de viviendas y también por el aparcamiento en altura existente.

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