El Ayuntamiento de la capital se vio obligado a gastar el pasado año la friolera de 207.860 euros para cubrir reparaciones y reposiciones a causa de actos vandálicos callejeros. Un alto precio que se tradujo en el desembolso de 570 euros diarios para restaurar los destrozos de esa falta de civismo y de respeto por el patrimonio común que se ha hecho patente esta semana.

La pintada anarquista (una letra 'A' en mayúsculas en blanco dentro de un círculo) con la que despertó el miércoles el Monumento de la Virgen del Rocío en la plaza del Punto -y que la Policía investiga- ha provocado la indignación de numerosos ciudadanos, expresada de forma masiva a través de las redes sociales, en las que la condena a este tipo de actos está siendo pública y notoria.

Las vallas y juegos de parques infantiles se llevan 27.310 euros, y los grafitis 12.520

Pero el grafiti en el manto de la Patrona de Almonte no fue el único con el que amaneció la ciudad, toda vez que, cercano al monumento, la sede provincial del PP, en la confluencia de Alonso Sánchez con la plaza Niña, lucía una pintada de un lazo blanco en su fachada. El porterillo fue atacado también con pintura blanca y, además, en las últimas jornadas también han aparecido grafitis tanto en el corazón de la ciudad como en la zona de La Merced o en la vía Paisajista, entre otros.

Sin contar el salvajismo ejercido sobre los bienes privados, los daños en el mobiliario municipal, que los ciudadanos pagan de su bolsillo, fueron especialmente significativos el pasado año en el caso de los contenedores.

Así, según los datos aportados por el Consistorio, la reposición de 145 unidades de contenedores de carga lateral por incendios provocados acaparó 108.750 euros, prácticamente la mitad del coste total desembolsado por el Ayuntamiento en todo el ejercicio. Además, también se repusieron 120 contenedores de carga trasera, también por incendios provocados, por valor de 175 euros.

La reposición de juegos y vallas perimetrales de parques infantiles conllevó un gasto de 27.310 euros, mientras que, en tercer lugar, la limpieza de grafitis se llevó 12.520 euros.

Por otra parte, en el Parque Moret, diana de ataques como el incendio que destruyó la caseta del embarcadero en enero de 2017, las reparaciones del mobiliario, barbacoas y otros elementos le costaron al Consistorio 12.650 euros.

Del mismo modo, un total de 9.125 euros tuvieron que destinarse a la reposición de 500 aspersores por roturas o robo, y 8.220 euros a la restitución, en dos ocasiones, del césped artificial de la rotonda del Humilladero de la Cinta.

Por último, la renovación de papeleras rotas o quemadas en la capital costó a los onubenses 6.624 euros, y la reinstalación de 55 programadores de riego robados un total de 1.661 euros.

Estos datos evidencian que el vandalismo tiene un precio y dan buena cuenta del grado de afectación que supone para la economía de la capital. Y es que el montante destinado por la institución municipal en 2017 es el doble al que los recién aprobados presupuestos de este año dedican al mantenimiento de pistas deportivas (100.000 euros) y la mitad de la cuantía que se contempla para la rehabilitación de viviendas municipales en Pérez Cubillas y La Navidad.