Huelva

El tradicional roscón marca el final de la ‘dieta’ navideña

  • De nata o de crema, los más solicitados, o los innovadores de vainilla sin lactosa y moca, es la mejor forma de despedir las Fiestas

Una de las pasteleras realizando el pintado con huevo previo al horneado.

Una de las pasteleras realizando el pintado con huevo previo al horneado. / Rafa del Barrio

6 de enero, la mañana de Reyes y el bullicio típico de estos días empieza a inundar los hogares onubenses. El ruido del papel al rasgarse y las risas nerviosas de los niños, y de los no tan niños, al descubrir el ansiado regalo son los grandes protagonistas. Pero, con su permiso, el otro gran protagonista del día de Reyes es el roscón. Para desayunar o para merendar y reponer fuerzas después de una tarde intensa de juegos, ayer en todos los hogares de Huelva el roscón presidía la mesa.

Y aunque cada vez se impone más la moda de hacer estas delicias en casa, la mayoría todavía siguen confiando en el buen hacer de las pastelerías como El Buen Gusto, que ha abierto las puertas de su obrador a Huelva Información para que conozca de primera mano todo el proceso de elaboración.

Una media de 300 roscones son los que aproximadamente venden en estos días en esta pastelería onubense, tal y como cuenta el maestro pastelero, Rafael Soltero. “El proceso completo tarda aproximadamente una hora y media hasta que sale el primer roscón y lo hacemos íntegramente de forma artesanal”, comenta Soltero, quien continúa explicando que intervienen unas ocho personas en la elaboración total. “Y esta año también contamos con Alexa, que nos canta los tiempos de cocción y nos avisa cuando los roscones están listos”, comenta el pastelero, “así que al final va a ser que algo de tecnología sí que utilizamos en las elaboración de nuestros roscones”.

El maestro pastelero pesa la cantidad exacta de masa para cada tamaño. El maestro pastelero pesa la cantidad exacta de masa para cada tamaño.

El maestro pastelero pesa la cantidad exacta de masa para cada tamaño. / Rafa del Barrio

Respecto a los sabores, los onubenses también innovan cada vez más en sus gustos, y de los tradicionales sin relleno, de crema o de nata, sabores como vainilla sin lactosa, trufa o moca adquieren cada vez más protagonismo. “Tratamos de ofrecer a nuestros clientes el máximo de posibilidades y adaptarnos a sus gustos, ya que ofrecer roscones personalizados es lo que nos diferencia del resto y en la medida de nuestras posibilidades intentamos contentar a todos”, explica Soltero.

Pero a parte de un rico relleno, una buena masa es fundamental para conseguir el roscón perfecto. Con harina, azúcar, levadura, agua de azahar, huevo, sal y mantequilla, en El Buen Gusto continúan haciendo el roscón con la receta tradicional que enseñó a Rafael su padre, el último aprendiz de la homónima pastelería que estuvo ubicada en la calle Concepción desde 1889 hasta 1968, y de la que hasta el rey Alfonso XIII alabó su buen hacer durante una visita a Huelva. Precisamente esta confitería está también presente en el Belén municipal de ese año, realizado por Quiñones, y que recoge los alrededores de la calle Concepción, dónde durante casi ochenta años estuvo ubicada la afamada pastelería en la que aprendieron la receta que todavía hoy se puede saborear en las casas onubenses.

Estas Navidades han sido un poco raras para todos, pero sin embargo parece que la tradición de disfrutar del roscón se ha mantenido, según comentan desde El Buen Gusto, “nosotros no hemos notado mucha diferencia de encargos con respecto a otros años y aunque este año las familias no pueden reunirse para disfrutar del roscón todos juntos, nuestros clientes siguen prefiriendo el tamaño grande, y así pueden saborearlo durante más días”. Así, el tamaño grande, de 800 gramos, y el mediano, de 450 gramos, han sido los más demandados, aunque los menos golosos también han podido elegir el pequeño, de aproximadamente unos 250 gramos.

Lo que quizás no sepan alguno de los que estos días degustan un roscón con el sabor que más les atraiga es que se trata de un dulce cuyo origen poco tiene que ver con las épocas navideñas. El roscón está relacionado con las saturnales romanas. Estas fiestas, celebradas cuando concluían los duros trabajos de campo, implementaron unas tortas redondas realizadas con higos, dátiles y miel. Sin embargo, el roscón que conocemos en España llegó de la mano del monarca francés Luis XV, quien quedó encantado con esta receta, por lo que quiso propagarla entre los Borbones que por entonces ya habían accedido al trono español.

Así que aunque su origen no sea navideño, su llegada a la dieta sí que tiene vinculación real, ya que tradicionalmente se degusta el día de Reyes, aunque seguro que todavía hoy en muchas casas se desayuna y se merienda los restos del roscón. De ser así, que aproveche el suyo, que ya mañana se volverá a la rutina y se dejaran de lado los excesos de estos días. Ánimo con la dieta.

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