Huelva

Los trabajadores de Nilefos pedirán vigilancia a la Subdelegación

  • El lunes iniciarán un encierro en la factoría y comenzarán a encargarse de las labores de limpieza ante el abandono al que están sometidas las instalaciones

La situación de abandono a que tiene sometida a la fábrica el principal propietario de Nilefos ha llevado a los trabajadores a plantearse solicitar a la Subdelegación de Gobierno que implante un sistema de vigilancia en las instalaciones donde se almacenan material y sustancias peligrosas.

La intención de la plantilla era encargarse del mantenimiento y vigilancia de la factoría y decidió dar un ultimátum al propietario de continuar con la línea de abandono. Ayer, los trabajadores decidieron en una asamblea celebrada en la fábrica comenzar el lunes un encierro en el interior de la factoría ante la falta de respuesta por parte del empresario. A partir de ese momento, los operarios se encargarán de realizar las labores de limpieza y mantenimiento, ya que la planta lleva parada dos meses. Cuestión aparte será el servicio de vigilancia que también ha sido suprimido.

El presidente del comité de empresa, José Pérez, indicó que el encierro se iniciará a las 07:00, coincidiendo con el inicio del curso político y administrativo, y que los presentantes de los trabajadores se constituirán en asamblea permanente.

La plantilla ya ha solicitado una entrevista con el delegado del Gobierno, Manuel Alfonso Jiménez, y la delegada de Empleo, María José García Prat, con el objetivo de transmitirles sus preocupaciones y la necesidad de su intervención en este asunto.

Los operarios solicitan a la Junta de Andalucía que intervenga para que se pueda recuperar la subvención que el empresario debería haber invertido en la planta, un adelanto de 2,4 millones de euros a la compañía para que comenzará el plan industrial con las correspondientes inversiones en la fábrica y una subvención de cinco millones al plan social.

El comité de empresa ha pedido, por otra parte, a la Fiscalía que investigue la compraventa de la fábrica de Rhodia a Nilefos ante la sospecha de que pudiera haber indicios de delito. Su impresión es que lo que pretendió el grupo comprador desde el principio fue la descapitalización de esta fábrica, que contaba con un capital inicial de 8 millones de euros.

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