Donde antes corrían niños ahora picotean las palomas en soledad. Las plazas de Huelva están vacíos, sin onubenses que la disfruten. El coronavirus ha vaciado las calles de la ciudad.
Escuchar las fuentes correr sin coches ni ruidos sobrecoge. Es una imagen histórica y para el recuerdo, estampas que no volverán a repetirse nunca más.
La soledad de la ciudad es una demostración del esfuerzo que hacen los onubenses por cumplir la orden de confinamiento.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios