Huelva de ayer a hoy

La subida de la cuesta del santuario de la Cinta

  • Este año la Patrona volverá a llegar por el camino tradicional, ahora un acceso peatonal hacia el mirador

  • Desde el centro de la ciudad se llegaba siempre al santuario por la barriada de Las Colonias

La ermita en el cabezo rodeada de arboles, en los años veinte del siglo pasado.

La ermita en el cabezo rodeada de arboles, en los años veinte del siglo pasado. / Postal Papelería Inglesa · Archivo Sugrañes

Es por donde llegó Colón a cumplir la promesa hecha por los marinos descubridores a su regreso. El mismo camino para los devotos de la Virgen de la Cinta que siempre acudieron a pedir su auxilio.

Juan Agustín de Mora decía en su Huelva Ilustrada, de 1762, que se llegaba desde el Humilladero por “una larga y penosa cuesta, que se sube por ella”.

La Virgen de la Cinta estaba en lo alto de El Conquero, en ese punto desde donde es faro para toda la ciudad.

Cierta son las palabras de Juan Agustín de Mora al comprobar cómo siempre se demandaba alguna mejora en la cuesta y de manera especial en los días de las fiestas de la Virgen, cuando los onubenses se disponían a subir hasta la ermita, unos andando y otros en carruajes que partían desde el centro de la ciudad.

El snatuario y la Casa de Ejercicios, rodeada de árboles y huertas, en los años sesenta del siglo pasado. El snatuario y la Casa de Ejercicios, rodeada de árboles y huertas, en los años sesenta del siglo pasado.

El snatuario y la Casa de Ejercicios, rodeada de árboles y huertas, en los años sesenta del siglo pasado. / POstal ediciones Arriba · Archivo Sugrañes

Arriba se disfrutaba de la presencia de la Virgen en su santuario y se compartía en familia el ambiente de solaz y esparcimiento, muy especialmente en los días de la fiesta del 8 de septiembre, incluida su procesión de los marineros al rededor de la ermita, por este encantador paraje.

Las obras del paseo del Conquero, que primero se llamó paseo de la Virgen de la Cinta para luego de Manuel Siurot, concluyeron en 1919. Acercaba la ciudad hasta el santuario, donde culminaba. La hermandad entendió que era necesaria una actuación en la cuesta de subida desde el Humilladero, para facilitar así el acceso desde Las Colonias, que era el acceso tradicional por donde la Virgen bajaba y subía en sus traslados hasta el centro para sus cultos anuales. Un proyecto que firma Pérez Carasa, el 26 de mayo de 1919.

Todos recordamos esa subida, y la curva hasta acceder al santuario, cuya carretera pasaba por delante del mismo en su comunicación hacia la barriada de la Orden, punto de unión también con el Paseo Manuel Siurot.

Acceso a la cuesta de la Cinta desde la rotonda del Humilladero. Acceso a la cuesta de la Cinta desde la rotonda del Humilladero.

Acceso a la cuesta de la Cinta desde la rotonda del Humilladero. / Eduardo Sugrañes

La ciudad que fue creciendo con populosas barriadas junto al santuario, La Orden y Santa Marta, aconsejan un nuevo trazado de la carretera de subida y en 1975 la hermandad recibe la comunicación de que la carretera dejará de pasar por delante del santuario.

Se abre la oportunidad de una actuación en el mirador, que culmina ahora con la intervención del Ayuntamiento y los fondos Edusi.

Se recupera de manera peatonal el acceso tradicional al santuario, que el 8 de septiembre recorrerá la Virgen de la Cinta en su paso, para acceder por el paseo de la procesión de los marineros.

Un momento que, sin duda, nos acerca la historia más cintera, la que se vive en Huelva desde hace siglos.

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