huelva de ayer A hoy

Del guardia urbano al ALMIRANTE COLÓN

  • En la misma Plaza de las Monjas Mientras el guarda urbano está delante de la futura Gran Vía, el monumento a Colón se levanta ante la nueva zona peatonal del centro de la ciudad

La Plaza de las Monjas acaparó siempre la mirada de los onubenses. En ella late el corazón de la ciudad a pesar de haber sido objeto de diferentes transformaciones, la mayoría desafortunadas. Sin embargo, lo que no se le pudo quitar es su encanto.

La modernidad también llegó a la Plaza de las Monjas y lo hizo desde El Punto; se perdió el entramado entrañable de la calle Enmedio, según cuentan los más antiguos. Los tiempos marcaban la necesidad de ese cambio, una nueva arteria para los centros oficiales que le ofrecerá un aspecto más de ciudad. Aquella cirugía tendrá lugar en los años cincuenta del pasado siglo. La fotografía muestra los primeros resultados en el tramo del Gobierno Civil -ahora Subdelegación del Gobierno-, una nueva avenida donde estacionan una docena de vehículos, con aspecto de servicio oficial, situados en batería en la acera del antiguo servicio de Budiscosa.

El guardia urbano marca en el centro la llegada de la Gran Vía a la Plaza de las Monjas. Toda una época. La foto tiene lectura de modernidad, aunque todavía no habían llegado los semáforos, eso estaba previsto para la siguiente década, la de los sesenta. Aparece sobre el pequeño podio que le daba altura para ser visto por los vehículos y con el brazo izquierdo abierto ofrece el paso hacia la Gran Vía. De alguna forma, la instantánea es como si quisiera mostrar el nuevo camino que lleva emprendido la ciudad.

Los cambios en Huelva se irán dando paulatinamente y la nueva avenida de Martín Alonso Pinzón se acercaba hasta El Punto y como a todos gustaba llegar en coche hasta el mismo centro fue necesaria la instalación de semáforos. El plan de señalización lumínica se pone en marcha a primeros de marzo de 1969.

En la actualidad el gran cambio lo ofrecerá la peatonalización de toda la Gran Vía -algo que ni a soñar en aquella época-, como una expansión más de las calles peatonales del centro, en la otra arteria de entrada histórica como era la calle Berdigón o Carretera de Sevilla. El nuevo acceso llegará en los noventa desde la avenida de Andalucía, en esa gran cirugía por el barrio de San Sebastián.

En el año 2011 llega hasta este mismo lugar, donde estaba el guardia urbano, Cristóbal Colón en su monumento. La figura del almirante aparece también con el brazo abierto, mirando a la nueva Gran Vía como si ofreciera un nuevo aire a una ciudad que en esta Plaza de las Monjas se sintió siempre identificada.

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