En Rociana todo el mundo la conoce por ser la hija del mítico jugador de fútbol Manuel Pérez, más conocido entre el mundo balompédico como 'Macario', quien militara en el Real Betis desde la temporada 66-67 hasta la 74-75, que fichó por el Mallorca. Pero si su padre pasó a la fama galopando de forma incansable la banda derecha del mítico equipo hispalense, ella destaca por su infatigable constancia en el mundo de la enseñanza. Labor que le ha llevado a recorrer gran parte de nuestra provincia onubense. No obstante, sus inicios de interina como profesora de infantil dieron comienzo en Badajoz, en pequeñas localidades como Peñasordo, Medina de las Torres o Villanueva de la Serena. En Huelva su compromisos profesionales le obligaron a embancarse en una singladura que le llevó por lugares como Zalamea la Real, Aroche, Moguer, Villalba del Alcor, La Nava, Arroyo Molino de León, Lepe o Cartaya, urbe esta última donde pasó dos cursos. Todo ello hasta que su destino profesional pudo virar hasta el municipio que le vio nacer.

Pero lo más sorprendente de esta odisea es que ello no ha sido óbice para echar raíces en su tierra y formar una estable vida familiar cuyos frutos son sus hijos Marta y Rafael, de siete y tres años respectivamente. No obstante, la joven reconoce que la interinidad "compromete la estabilidad de los trabajadores" y te impide trazar sin sobresalto el futuro.

A pesar de compatibilizar su trabajo como profesora y ama de casa, cuando sus obligaciones profesionales y familiares se lo permiten, Pérez se abandona sin condiciones al mundo de la lectura, una de sus grandes pasiones. Aunque no hace distinciones ni recela de ningún género, entre sus autores favoritos se encuentran, sin lugar a dudas, Miguel Delibes, un autor que la conquistó desde que cayera en sus manos la obra 'La sombra del ciprés es alargada'. Desde entonces entre sus títulos de referencia figuran las obras maestras que alumbrara el creador vallisoletano.