Huelva

La solidaridad de los donantes de sangre de Huelva

  • Unas doscientas donaciones se prevén que se realicen en la macrocolecta de la Casa Colón de Huelva. Tras una bajada del 3% se recuperan las cifras habituales

Una profesional sanitaria saca sangre a una donante.

Una profesional sanitaria saca sangre a una donante. / Josué Correa (Huelva)

La solidaridad de los donantes de sangre vuelve a quedar de manifiesto en la macrocolecta, organizada por el Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Huelva, que durante dos días se lleva a cabo en el Salón de Chimeneas de la Casa Colón, en la capital onubense. Se trata de la cuarta que se realiza al año para garantizar las reservas de sangre en los hospitales onubenses. Aparte de en diciembre se efectúan macrocolectas en marzo, antes de Semana Santa; en junio, antes de verano, y en septiembre, después de verano.

La macrocolecta de sangre se está realizando con todas las medidas de seguridad frente a la Covid. Se ha establecido un circuito de entrada y salida, recomendación a los donantes de acudir a una determinada franja horaria para evitar aglomeraciones, utilización de mascarilla, colocación de cartelería recordando mantener la distancia social y disponibilidad de gel hidroalcohólico en todas las fases de proceso de donación.

Aparte, se hace entrega de un bolígrafo a cada donante para que firme el consentimiento para la donación y en las camillas se ponen sábanas de un único uso.

Un equipo formado por doce profesionales, entre médicos, enfermeros, celadores conductores y técnico de promoción, es el encargado de atender a los donantes. Además colaboran voluntarios de Cruz Roja y de la Asociación de Donantes de Huelva.

La hematóloga del Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Huelva, Lola Fernández, manifestó que actualmente las reservas de sangre “son correctas”, pero de cara al puente de la Inmaculada y el periodo navideño “es conveniente que estén un poquito más altas porque hay muchos días festivos en los que no se efectúan donaciones”.

A lo largo de este año, marcado por la pandemia del coronavirus, se ha detectado una pequeña disminución de la donación de sangre, en relación al periodo anterior, “alrededor de un 3% menos de donaciones”, apuntó Fernández, que destacó que al principio de la pandemia hubo un incremento de donaciones, “una ola de solidaridad”, pero a partir del verano disminuyeron “y ahora ya estamos recuperando las cifras habituales”, de manera “que prácticamente no ha habido mucho impacto”.

Subrayó que los donantes “han respondido muy bien y han mantenido la donación de sangre, lo cual es de agradecer porque siempre hay pacientes que necesitan una transfusión en los hospitales de la provincia y es fundamental mantener la donación de sangre, es esencial”.

En Huelva hay unos 8.000 donantes activos, el perfil es tanto hombre como mujer, aunque es ligeramente superior la cifra de mujeres que dona, y el mayor volumen de donantes se concentra en la franja de edad comprendida entre los 30 y los 45 años.

La hematóloga del Centro de Transfusión comentó que la macrocolecta de diciembre es a la que acuden menos donantes. “Las mujeres sólo pueden donar tres veces al año y ya han efectuado su donación en las anteriores”, aún así se prevé que se realicen unas doscientas donaciones.

Francisco Rodríguez es uno de los onubenses que acudió a la macrocolecta de sangre. Se hizo donante tras el confinamiento. Su sangre es cero negativo, es donante universal. Explicó que tras el confinamiento se enteró que hacía falta sangre por lo que fue al hospital y se hizo donante, y ahora tras donar en la macrocolecta de la Casa Colón se ha hecho donante de médula.

Salvador Fernández es otro de los onubenses que acudió a la llamada del Centro de Transfusión de Huelva. Es donante desde 1997. Señaló que antes de tener 18 años de edad ya tenía claro que sería donante de sangre. Indicó que le da “la satisfacción de colaborar con gente que lo puede necesitar”. Nunca ha dudado a la hora de donar sangre este año, “tengo confianza absoluta en el servicio”.

Tras las donaciones, los donantes recuperan fuerzas con un refrigerio que, en los ratos que su tarea se lo permite, es amenizado musicalmente por José, un conductor celador, que no duda en interpretar temas de M-Clan o Los Secretos, acompañado de su guitarra.

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