ferrocarril

Ni un simple café para esperar el tren

  • Varias licitaciones públicas para los tres locales comerciales de la Estación de Huelva quedan desiertas

  • Adif atenderá cualquier oferta dentro de las condiciones expuestas

La Estación de Huelva sigue intacta más de tres meses después de que un Media Distancia inaugurase la circulación ferroviaria. No sólo por su olor a nuevo y rincones desiertos de suciedad, sino por la ausencia de negocios en los tres locales que buscan dueño para complementar los servicios de los pasajeros que pican billete en Las Metas. Y no es que estén vacíos desde el pasado 25 de abril ya que desde noviembre de 2017 Adif puso varias licitaciones públicas destinadas a comercializar los locales ubicados en la misma, según explica el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias a Huelva Información, pero siempre han resultado con el mismo final: desiertas.

Ni un café, ni un tomate sumergido en media tostada, ni tan siquiera un simple periódico pueden adquirir los viajeros que parten del sur occidental o llegan hasta él. Necesidades que amenizan una espera y que se antojan en la mayoría de los casos. Desde Adif achacan que la inexistencia de establecimientos es por la falta "de iniciativa privada". Y así, tras cumplir el proceso protocolario de la licitación, el Administrador ha tomado la decisión de poner los locales con el cartel de disponibles para un acceso inmediato para quien los requiera. Dichos locales "se encuentran permanentemente publicados en nuestra página web, y figurando como disponibles podemos atender cualquier oferta que pueda llegarnos, si bien las condiciones deben ser las mismas que las expuestas en las licitaciones", mientras que además Adif continúa en el proceso de gestión para "encontrar una pronta comercialización".

Hasta el momento, en el interior de la moderna infraestructura ferroviaria transcurren las horas con tres locales vacíos pero con sus cristaleras limpias. Uno de ellos de 109,18 metros cuadrados, reservado para el sector de la restauración, que cuenta con terraza al pie de la vías y acceso directo a los cuartos de baño. Los otros dos, de 32 metros cuadrados, emplazados para actividades como información hotelera, inmobiliarias, agencias de viajes, oficinas de información turística, venta de golosinas, o la tradicional prensa, tan habituada a postrarse en este tipo de localizaciones.

Los usuarios se tienen que contentar desde entonces con una máquina expendedora con de bebidas y snacks que guarda su sitio a la vera de las vías. Otros de las fuentes de manantial en esta odisea de negocios es el cajero automático de Caja Rural a la entrada de la estación, y una empresa de alquiler de vehículos que abrió el primer día ya que mantiene su concesión de la antigua estación de ferrocarril. Lo que también se encuentran son los servicios básicos de una estación ferroviaria. Atención al cliente, venta inmediata y anticipada de billetes, y máquinas de autoventa. Servicios disponibles desde las 06:15, hora en la que abren las puertas de la nueva estación de trenes.

El parking, desde 3 céntimos el minuto, también está habilitado para los vehículos de onubenses y visitantes. De momento sólo hay una máquina adaptada para realizar los pagos pero desde Adif informan que habrá una segunda herramienta, que evitará colas indeseadas por los usuarios.

En una mañana de cielo triste, varias eran las personas que habitaban los espacios de la estación. Fuera, cuatro taxis esperaban posibles clientes ante la llegada de un ferrocarril procedente de Sevilla. Pero sin un simple café para esperar al tren.

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