Huelva

La silla de Arazola vence

  • Por vez primera, el edil de IU no interviene en el Pleno y se ausenta en un punto para no votar como su grupo

Pedro Jiménez, Mónica Rossi y Juan Manuel Arazola, ayer, en el Pleno.

Pedro Jiménez, Mónica Rossi y Juan Manuel Arazola, ayer, en el Pleno. / josué correa

Tanto balanceó ayer su silla Arazola, que ésta terminó por vencerse. El hecho, que sucedió tal cual, se presta a muchas interpretaciones y viene que ni pintado para ilustrar de algún modo el análisis del panorama que ahora se dibuja ante el desliberado concejal de IU.

Juan Manuel Arazola, que hoy deja de ser asesor en la Diputación y mañana volverá a desempeñar su trabajo en el Centro de Salud del Molino, se ausentó ayer del Pleno más de lo que suele acostumbrar que, en su caso, es nada (en las filas populares estos tiempos se miden de otro modo ).

Su salida del ente provincial ha sido una de las primeras decisiones adoptadas por Rafael Sánchez Rufo al asumir la coordinador provincial de la formación. El líder la achaca a que el concejal ya no tiene cargos orgánicos en el partido tras dimitir como coordinador local, una decisión que atendió a su desacuerdo ante el proceso de confluencia con Podemos.

La convergencia con el partido podemita ha abierto una brecha entre los oficialistas de IU (al lado de Antonio Maíllo) y los críticos (encabezados por José Luis Pérez Tapias). Arazola forma parte del segundo grupo, mientras que sus compañeros de grupo municipal y su coordinador provincial ven con buenos ojos el acercamiento al partido de Teresa Rodríguez.

Así, las cosas, el edil será sustituido mañana como asesor del ente provincial por la nueva secretaria de Organización de la formación, Silvia Zambrano, que pasa a estar liberada.

Esta nueva situación tuvo su correspondiente reflejo en el Pleno y, en el futuro inmediato, puede tener sus consecuencias en el día a día del Consistorio. Y es que, por primera vez, el concejal no tomó la palabra durante las nueve horas y medias de la sesión y, también por vez primera, se salió de la sala para no tener que romper la disciplina de su grupo cuando se votó una moción de Mesa de la Ría para que no se retirase una subvención a Facua.

El equipo de gobierno (con once ediles) y los dos concejales no adscritos, Ruperto Gallardo y Enrique Figueroa, votaron en contra, mientras que PP, C's, el proponente y los otros dos ediles del grupo de IU (el presidente, Pedro Jiménez, y la edil Mónica Rossi) la apoyaron.

Así, ante el empate a 13 votos, el alcalde ejerció su derecho y la moción no salió adelante. ¿Habrá que recurrir más a menudo a este voto de calidad para la aprobación de otros asuntos? ¿Se dejará querer Arazola por el equipo de gobierno para que salgan adelante cuestiones tan importantes como los presupuestos, por ejemplo? Por ahora, la idea del edil es agotar la legislatura y, de momento, seguir al frente de los asuntos económicos dentro de su grupo. Sin embargo, a pesar de que guarda silencio y opta por la prudencia, parece que todo está por escribirse.

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