Huelva

La sencillez del cortejo marca el itinerario de la custodia por Zalamea

Las calles del centro de Zalamea se llenaron de los aromas de las juncias, mastranto y otras plantas aromáticas, que sirvieron de alfombra al paso del cortejo que partió tras la misa desde la iglesia de la Asunción. Desde hace unos años se apuesta por la sencillez, y únicamente los niños que han realizado la primera comunión son los encargados de acompañar a la custodia.

La procesión realizó varias paradas en los altares o descansos que hermandades y particulares instalaron durante el recorrido.

La Hermandad de San Vicente Mártir instaló su parada en la calle de la Plaza.

El recorrido fue más corto este año, con paradas en descansos instalados en la calle Olmos; o la Agrupación de Fieles de la Divina Pastora instaló su altar en la Casa Parroquial, en el año en que se convertirá en hermandad de gloria. Antes de entrar en el templo, el altar instalado por la Real Hermandad de Penitencia sirvió de punto final al recorrido. Para esta ocasión la cofradía colocó como atributo central el cielo del palio de Nuestra Señora de los Dolores.

La Banda de Música Don Justo Ruiz acompañó al cortejo.

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