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Una salida de Pasión para la historia

  • Nuestro Padre Jesús de Pasión realiza su procesión extraordinaria para conmemorar los cien años de la hermandad

  • La población onubense arropa al Señor durante todo el itinerario

El señor de Pasión, a su paso por la plaza de San Pedro. / ALBERTO DOMÍNGUEZ

Con el repicar de las campanas a las 19:00 de la mayor de San Pedro, el Señor de Pasión iniciaba su procesión extraordinaria con motivo de la conmemoración de los cien años de la hermandad. Tras el himno nacional, la imagen se asomaba a las calles de Huelva con Dolores y Misericordia, interpretada por la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Salud.

Con flores de Antonio Rivera y el detalle de dos ángeles que portaban la cruz con la fecha de creación, 1918, y actual, 2018, el Señor de Pasión bajó por el porche de San Pedro para el deleite de los muchos onubenses que poblaban este emplazamiento histórico; una imagen única: lejos, el malva de la tarde del Martes Santo por el dorado de la última tarde de verano de 36º de temperatura. Presidía el cortejo el hermano mayor, Rafael Luis Caballero; el párroco de San Pedro, José Arturo Domínguez; el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz; y el recientemente nombrado director espiritual del Consejo de Hermandades de Semana Santa de Huelva, José Manuel Barral. En la comitiva le acompañaron hermandades invitadas, así como las de Nuestra Señora de la Cinta y del Rocío de Huelva, además de la corporación municipal y entidades invitadas, como el Recreativo y las asociaciones de vecinos del barrio.

El Señor de Pasión visita por vez primera a las Hermanas de la Cruz y la Esperanza

El recibimiento a una de las imágenes que mayor sentimiento despiertan en la capital onubense desbordó las calles. Tal era la multitud de personas que se dieron cita en la ciudad que parecía un nuevo Martes Santo repleto de sentimiento y devoción. La emotividad se apoderó de todos los presentes cuando la imagen comenzó a recorrer el porche de San Pedro acompañada de La Saeta y del Himno de San Antonio.

Seguidamente, el paso prosiguió por la calle Daoiz para introducirse en el Paseo Santa Fe como es tradicional. Precisamente, es destacable la coincidencia del centenario de la Hermandad de Pasión con el 125 aniversario de este paseo, que genera un ambiente idílico con el caminar por él de la imagen del Señor de Pasión.

Una vez que dejó atrás el Paseo Santa Fe, en lugar de continuar con el itinerario característico del Martes Santo, la imagen bajó por Puerto, deteniéndose ante el Monumento a la Inmaculada Concepción, siguiendo luego por Mora Claros en un caminar portentoso para desembocar en la iglesia de la Concepción, donde fue recibida por el párroco Diego Capado y la representación de las diferentes hermandades del templo.

El Señor de Pasión continuó, posteriormente, por Plaza de las Monjas, donde entró con Alma de Dios. En su revirá hacia esta emblemática plaza, se asomó la luna llena, hecho que hizo recordar el Martes Santo con especial afecto. La imagen iba sobre un monte muy bello de estilo romántico.

La próxima parada del cortejo fue en el Ayuntamiento de Huelva, donde el alcalde de la ciudad y la Corporación municipal hicieron un recibimiento. Acompañado de Salud te pido, Señor, el Cristo de la Pasión caminaba con elegancia para el goce de los muchos devotos que se encontraban a las puertas del Consistorio. Gabriel Cruz fue el encargado de hacer la levantá, en ese agradecimiento que quiso tener la hermandad con la ciudad de Huelva por la devoción que le tiene al Señor de Pasión.

La procesión prosiguió por Gran Vía, Sor Ángela de la Cruz y Garcí Fernández para llegar por vez primera a la iglesia conventual de las Hermanas de la Cruz, donde les rezaron. En la Plaza Niña se produjo el cambio de bandas. La Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús de la Salud dio paso a la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de las Tres Caídas.

De ahí, visitó la iglesia de Santa María de la Esperanza, donde el Señor marcó el dintel con su mirada cara a cara por primera vez en la historia a la Virgen de la Esperanza; no fue posible la entrada por las medidas de la puerta, peor la emoción fue igual. Desde aquí comenzó su recorrido de vuelta hacia el templo por calles que durante el Martes Santo no recorre. De este modo, el cortejo pasó por La Paz, Rábida, Murillo, Vázquez López, lateral de la Plaza de las Monjas y calle Tres de Agosto, con una parada ante la iglesia de las Agustinas. Pasión continuó su camino para volver a encontrarse con su barrio por La Fuente a Madre Ana. En su recogida siguió el cariño y el apego de miles devotos que acompañaron al Señor durante todo su itinerario. Un día hermoso para todos, cargado de fe y escenas emotivas que cautivaron a los onubenses, y especialmente, a los que llevan el color morado en su corazón.

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