política | el futuro de las corporaciones locales

La reforma del PP sopla en favor del PSOE en los ayuntamientos onubenses

  • Los socialistas se apuntarían siete mayorías absolutas, incluida la capital, y los populares se adjudicarían la de Aljaraque

  • Diez municipios irían a una segunda vuelta

Foto de familia de la corporación municipal de Huelva en junio de 2015, el día de la toma de posesión de Gabriel Cruz como alcalde de la capital en minoría.

Foto de familia de la corporación municipal de Huelva en junio de 2015, el día de la toma de posesión de Gabriel Cruz como alcalde de la capital en minoría. / h. información

El Partido Popular anda empeñado hace meses en reformar la Ley Electoral en España, como posible solución a la pérdida de ayuntamientos en los que han sido la lista más votada pero no gobiernan por pactos del resto de formaciones. Lo sufre el PP, y también el resto de partidos, pero es éste el que presentó en julio pasado una propuesta de reforma que trata de dar la mayoría absoluta a las siglas más votadas en un par de supuestos con margen significativo de votos sobre el resto de concurrentes. O, en caso contrario, de propiciar una segunda vuelta en las votaciones para clarificar la posición del Gobierno local. No es poca cosa, porque en la provincia de Huelva afectaría, según el escenario actual tras las elecciones de 2015, a 22 de los 79 ayuntamientos onubenses, incluido el de la capital. Y la propuesta popular, de estar vigente, proporcionaría una clara ventaja al PSOE.

Esta reforma electoral se debatirá en el Congreso este otoño o este invierno, según el deseo de los populares, que pretenden que entre en vigor antes de las Elecciones Municipales de la primavera de 2019. Pero partiendo de una resolución favorable, y de los últimos resultados que se dieron en 2015, es como se contempla en la provincia de Huelva una situación muy especial, sobre todo para el Partido Socialista, que pasaría a tener siete mayorías absolutas en ayuntamientos en los que fue la lista más votada pero se quedó sin alcanzar el mínimo para gobernar en solitario.

Este caso se daría, para empezar, en la capital, donde gobierna en minoría. Su ventaja sobre la segunda lista más votada (PP), de casi nueve puntos, con un respaldo de votos por encima del 35%, cumpliendo uno de los supuestos propuestos por los populares, le daría la absoluta, de forma que pasaría de tener 11 concejales a 14, para reforzar su liderazgo en la ciudad.

Los populares favorecen en su propuesta a las listas más votadas, con al menos el 35% de respaldo ciudadano y una ventaja superior a 5 puntos sobre la segunda; o de apoyos por encima del 30% y más de 10 puntos de margen. En los 22 municipios en los que no se registró mayoría absoluta en 2015, sólo en 12 casos se daría uno de estos supuestos, siempre con votos superiores al 35%. En siete de ellos, la absoluta sería socialista; en dos cada uno, del Partido Popular y de Izquierda Unida; y un caso más quedaría para Independientes, en Lucena del Puerto, donde la reforma popular pondría fin al atípico pacto de gobierno de PSOE y PP.

Los dos únicos casos favorables al Partido Popular en la provincia, de todas formas, son significativos, ya que les proporcionan el mando de dos ayuntamientos en los que gobierna el PSOE formando un pacto tripartito.

El más llamativo es el de Aljaraque, donde los socialistas se apoyan en los dos concejales de IU y los dos de Sí se puede para gobernar, incluida la crisis, en forma de moción de censura, que hace nueve meses estuvo a punto de dar el Ayuntamiento al PP con el apoyo de Sí se puede, y que quedó en un refuerzo del tripartito actual.

El otro gobierno local que sería popular es el de Villalba del Alcor, en el que también los socialistas mandan con el apoyo de las siglas locales FCV y GUV.

El PSOE, en cambio, lograría un cambio de gobierno a su favor sólo en Rosal de la Frontera, donde andalucistas y populares le arrebataron el privilegio del mandato en minoría. Además, haría buena su ventaja como más votado en ayuntamientos importantes como Almonte y Punta Umbría, junto a la capital, y en los de Alosno, Corteconcepción y Manzanilla, en los que gobierna en minoría.

Izquierda Unida, por su parte, validaría sus mayorías en Zalamea la Real y Zufre para gobernar con tranquilidad con absoluta.

Otra cosa es lo que ocurriría en los diez municipios restantes en los que no se llegan a cumplir los supuestos de absoluta para las listas más votadas, que obligarían a ir a una segunda ronda de votaciones. En seis de ellos no se cumplen por apenas una décimas, como Ayamonte, donde se disputarían la Alcaldía PP y PSOE, y quedaría fuera el PA, que da su apoyo a los populares; o Cartaya, en el que PSOE buscaría su oportunidad con Independientes y PP, quedando fuera también los andalucistas, que forman el tripartito actual en el Gobierno local. En Beas, Calañas, Paterna del Campo, Trigueros y Cumbres de San Bartolomé, los socialistas se quedaron a las puertas de la mayoría absoluta y disputarían la segunda vuelta acabando con alianzas contrarias.

Pero lo más llamativo se da en Isla Cristina, a disputar por PIF, PA y PSOE , quedando fuera el PP y Ciudadanos por Isla, partido al frente del pacto de gobierno con la alcaldesa actual. En San Juan del Puerto, otra de las plazas más disputadas en la provincia, populares y socialistas concurrirían en solitario, también sin Vecinos por San Juan, que da la Alcaldía al PSOE.

Sea por segunda vuelta o por validación de absoluta, bien valen las suposiciones para dar cuenta de los efectos que tendría una reforma como ésta en el mapa político municipal de Huelva.

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