Huelva

Quioscos de Huelva durante la crisis del coronavirus: Una labor de fidelidad a los clientes

  • Los quiosqueros señalan que mantienen sus establecimientos abiertos por el compromiso hacia los onubenses

  • Reconocen que las ventas han caído y desconocen cuánto aguantarán

Un quiosquero de la capital onubense durante su jornada laboral.

Un quiosquero de la capital onubense durante su jornada laboral. / Alberto Domínguez

Huelva tiene luceros que se encargan de alumbrar las desérticas calles desde que se decretase el estado de alarma. Son como torres vigía enclavadas en su posición natural desde hace numerosos años. Siguen ahí, de pie, por el compromiso con sus clientes. Intentan sobrevivir a esta guerra invisible que nos tiene a todos con el corazón en un puño. Son los imprescindibles hilos conductores de la información. De la prensa y el entretenimiento. Y de la cercanía con una sociedad que ahora vive en unas circunstancias que todavía impresionan a cualquier recuerdo del pasado. Estos luceros que tiene Huelva son los quiosqueros, que mantienen su preocupación en esta larga batalla en la que todavía no saben si podrán aguantar con su negocio abierto hasta que se clausure el confinamiento. 

En este escenario desolador ausente de sonrisas, la prensa sigue en su rincón de siempre gracias a sus profesionales vendedores. "Se intenta poner un granito de arena para que la gente pueda estar informado ya que hay personas que prefieren informarse en el periódico de papel", explica el vendedor del quiosco de La Palmera a Huelva Información. Su establecimiento se encuentra en uno de los puntos neurálgicos de la capital. En el centro de la bulla onubense y que ahora es totalmente lo contrario. "Esto es como una película de miedo. Es una pena ver las calles vacías y es muy duro de llevar". 

Dentro de este marco el quiosquero reconoce que sus ventas "han bajado una barbaridad" y que prácticamente aguantan los clientes fijos y más antiguos. El vendedor hace frente a la situación por las mañanas en unas circunstancias que "imponen" pero que previene con guantes y mascarilla que "he conseguido". Con todo, y a tenor de los números de contagios confirmados en la provincia de Huelva desea que la situación "siga con la misma tendencia de ahora". Cierto es que quedan más de dos semanas para que se levante -a priori- el estado de alarma en España. Hasta entonces "no sé si podrá aguantar así. Sigo abierto por no perder los clientes antiguos. Confío en esa ayuda que no sé si me valdrá para seguir o no. Es una incógnita". 

Una clienta compra un periódico en un establecimiento de Huelva. Una clienta compra un periódico en un establecimiento de Huelva.

Una clienta compra un periódico en un establecimiento de Huelva. / Alberto Domínguez

"No he visto este escenario ni en el peor mes de agosto", declara el vendedor ante la soledad que existe en el centro de Huelva. Desde otro quiosco céntrico de la capital también reconocer que siguen abiertos, en parte, "por fidelidad a la gente", además de que señalan que "tampoco tenemos otra salida" porque si "cerramos, qué pasa con el autónomo". El vendedor asegura que la venta va "mal" y los ingresos sirven para "pagar el autónomo y los impuestos a duras penas". Aunque se ha planteado cerrar dice que no puede "porque los supermercados que llevan revistas y periódicos no van a cerrar" y sería perder clientela. Cierto es que todavía quedan más de dos semanas y "no sé si llegaré con el quiosco abierto al final. Lo voy a intentar pero no lo sé". 

Alguna de las cuestiones que mantienen de amortiguan de alguna forma la caída de las ventas es que existe un nuevo perfil de comprador: aquellas personas que estaban acostumbradas a desayunar en sus bares habituales y que mientras leían el periódico. El cierre de la hostelería ha derivado que muchas de estas personas se acerquen hasta el quiosco a comprar prensa, según detallan desde un establecimiento de la capital. 

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