Las cuentas no salen. Los precios siguen subiendo y el presupuesto que en los hogares se destina a las compras sigue siendo el mismo. Así que la solución que en Huelva se ha adoptado es limitar el consumo de otros productos que los onubenses comienzan a considerar como "caprichos".

"Yo sigo comprando la misma comida, así que de donde se limita el presupuesto es de otras partidas", explica Manuel Carrasco. Como la totalidad de los onubenses consultados por este periódico asegura que desde el verano compra menos prendas de vestir y calzado y también consume menos gasolina. De ello están dejando muestras los comercios del sector que tras el inicio de los primeros descuentos del año ya apuntaban a una rebaja en las ventas. "Siempre que puedo dejo el coche aparcado", dice Rafael Guzmán, otro vecino de Huelva, porque ya no es que se llegue con dificultades a final de mes, sino que no se llega porque el dinero no se estira".