Huelva

Una playa idílica al alcance de todos

  • El encanto de lo natural es la seña de identidad de esta playa ubicada entre el Parador y el camping Doñana

Una larga pasarela de madera -protegida de los rayos de sol por pinares- lleva al visitante hasta la playa de Rompeculos, ubicada entre el Parador Nacional de Mazagón y el camping Doñana. La mano del hombre apenas se deja ver en esta parte del litoral onubense, que es parque natural, sólo los contenedores para depositar residuos ponen de manifiesto que hay cierto control del lugar. Es precisamente ese encanto de lo natural y salvaje el que se convierte en seña de identidad de esta playa inmensa, en la que el visitante mire donde mire colma sus sentidos entre el mar y la vegetación que crece entre los pequeños acantilados.

La amplitud existente es un potente aliciente para visitar el lugar. Hay tanta extensión que hay espacio para todos. Pistas portátiles de vóley playa se diseminan por la arena para aprovechar y practicar este deporte entre amigos. Ese es el caso de Miguel, Tamara, Enrique y Juan, que vinieron desde el Aljarafe sevillano a disfrutar de las bondades de esta playa. Los cuatro coincidieron al decir que les gustaba el lugar por la tranquilidad que hay y que repetirán cuando el trabajo lo permita. Mientras, alternaban la charla y el baño con los partidos de vóley playa, disfrutando de una jornada muy completa. Asimismo, otro grupo formado por varias amigas que venían de Huelva y Aljaraque disfrutaban del sol a la vez que alabaron la belleza del lugar, motivo principal por el que acudieron a Rompeculos.

Pistas portátiles de vóley se diseminan por la arena para practicar este deporte

Esta zona también se caracteriza por la diversidad de personas que se apuntan a echar un día de sol y baño. Así, además de muchos jóvenes, familias completas se juntan en torno a una buena comida y una buena sombra. Ese es el caso de una familia de Badajoz que acude con frecuencia a esta playa a pasar la jornada y que se queda a pasar las vacaciones en su casa de la aldea de El Rocío. "Nos gusta esta playa porque es muy tranquila y familiar", comentó Luis, el padre y abuelo de este gran grupo, que afirmó que durante el mes y medio que se quedan de vacaciones en El Rocío vienen casi todos los días a Rompeculos a disfrutar de la playa.

Por otro lado, Loli y Alfonso, matrimonio cordobés, visitaban el lugar por primera vez, ya que habían venido a pasar varios días por la zona y se hospedaban en San Juan del Puerto. Conocían esta parte de la costa porque hace años fueron huéspedes del camping Doñana pero nunca habían venido a Rompeculos. Y la impresión ha sido muy buena. Loli destacó la belleza de la bajada a la zona por la pasarela de madera, que le encantó.

Otra pareja que llegó desde Carmona, con su hijo y su perro, contaron que cada verano desde hace más o menos 10 años vienen a Rompeculos y que ahora hay muchos más bañistas que antes. Aun así, debido al espacio tan grande que hay siguen prefiriendo el lugar por lo tranquilo que es, además de que pueden traer a su mascota. Luis explicó que Rompeculos siempre ha sido una playa con zonas de nudismo y si bien antes esas áreas estaban próximas al acceso a la playa, en la actualidad hay que adentrarse en dirección a la Torre del Loro para acceder a la zona nudista.

Igualmente, a pesar de estar prohibida para perros de forma oficial, en la práctica los canes disfrutan de paseos y del agua como uno bañistas más, ya que siempre ha sido una playa frecuentada por personas amantes de los animales y que conviven con los mismos. Una familia de Sevilla contó a este periódico que venían cada sábado a la zona para poder traer a sus perros, en este caso dos pastores alemanes que disfrutaron como niños pequeños saltando las olas del mar. Distintas formas de entender la vida se ponen de manifiesto en torno a la playa, donde la diversidad y el respeto van indisolublemente unidos para disfrutar de Rompeculos.

Una familia disfruta de una jornada playera.

Un grupo de amigas pasa un día en la playa

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