Huelva

El Puerto de Huelva pone a punto sus planes contra vertidos con un simulacro

  • Un centenar de efectivos hacen frente a un vertido ocurrido durante las labores de atraque de un buque en Impala

  • El operativo actúa cuatro horas para contener el avance de la mancha hacia Marismas del Odiel

Simulacro en la ría.

La sentina de un buque amarrado en el pantalán de la terminal de Impala en el Muelle Ingeniero Juan Gonzalo del Puerto de Huelva ha tenido una fuga; se activa el plan de emergencias de la propia empresa para tratar de controlarlo por sus propios medios; no es posible. De inmediato se activa el nivel 3, que moviliza a todos los efectivos de Guardia Civil, Protección Civil. Autoridad Portuaria de Huelva, Salvamento Marítimo, Infoca, Bomberos y Emergencias 112 que coordina toda la operación y que incluso se mantiene en prevención la alerta por una posible afectación de contaminación marítima, aunque el viento y la evolución de las mareas parecen alejarla. El paraje Marismas del Odiel y el Centro de Control del Puerto de Huelva mantienen contacto en tiempo real de lo que ocurre en todas sus aguas. Fue un simulacro, necesario para que todos aquellos que están implicados en su control, sepan lo que tienen que hacer, cómo y cuándo llevarlo a cabo.

Cuatro horas después en la que todos aquellos quienes debieron estar en su sitio lo hicieron y, según pudo comprobar Huelva Información en el centro de operaciones del Puerto, lo interpretaron a la perfección. Poco después de las 10:30 en dichas instalaciones entraba el director general de Impala, Javier Peña, quien informó de los acontecimientos ocurridos en su propia empresa: “hemos informado al 112 que el vertido ha desbordado las barreras anticontaminación y se dirige hacia Marismas del Odiel”.

Los responsables de la Autoridad Portuaria de Huelva, comprueban que el operativo desplegado en el Muelle Ingeniero Juan Gonzalo se desarrolla tal y como estaba previsto. Las pantallas que transmiten información en tiempo real, muestran a los efectivos de Protección Civil con las barreras que esperan a Salvamento Marítimo para colocarlas en su lugar. Todo está bajo vigilancia extrema, desde el tráfico de buques que en ese momento navegan por las aguas interiores del Puerto, hasta la intensidad y la dirección del viento y la evolución de las mareas. Su influencia en el vertido puede ser determinante y cualquier variación de las mismas, influir tanto en los daños producidos, como en los medios a utilizar en caso de que desborde el dispositivo previsto.

Éste se había montado previamente en el paraje natural Marismas del Odiel. La subdelegada del Gobierno, Manuela Parralo; el responsable del 112, Paco Huelva, el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Huelva, Enrique Gaviño; el delegado de Medio Ambiente, José Antonio Cortés, capitaneaban a los responsables de los cuerpos y fuerzas de seguridad que se agolpaban en la margen izquierda de la ría, con las mejores vistas posibles a un remolcador que, pasadas las 9:30 extendía en la zona una barrera para que el vertido no se extendiera.

Paco Huelva tomaba la palabra en una de las carpas levantadas en apenas media hora y que albergaban el despliegue de efectivos, para informar de la evolución del viento y las mareas y para una serie de variables que, reconoció “que ni nosotros conocemos en su totalidad, para que el simulacro sea lo más real posible y para que cuando sea necesario podamos actuar de la manera más eficaz posible”.

Ese era el principal objetivo, tal y como lo reconoció el delegado del Gobierno en Huelva, Francisco Romero, quien puso sobre la mesa el origen del mismo: “ha habido un vertido de 10 metros cúbicos de una sustancia oleosa en las maniobras de carga y descarga de un buque; los planes de emergencia están activados, el primero de ellos el de la propia empresa, Impala”. 

Se trata de activar “una respuesta lo más rápida y eficaz posible, coordinar y elaborar planes entre todas las administraciones para probar los procedimientos de actuación y medir la posible afectación al medio ambiente; hay que engrasarlo todo y tenerlo todo preparado para cuando sea necesario aplicarlo de una manera real”. Romero reconoció que “Huelva tiene un riesgo potencialmente alto debido a la existencia del Polo Químico, por lo que es más que necesario conseguir la mayor efectividad posible la hora de hacer frente a un posible accidente como el que nos enfrentamos”. De hecho, este tipo de simulacros se llevan a cabo al menos una vez al año y “se establecen distintos escenarios para que las condiciones sean las más variadas posibles y que impliquen la puesta en marcha de los recursos de las distintas administraciones, comprobar sus funciones, detectar las deficiencias y proponer las medidas correctoras para mantener el plan lo más actualizado posible en cada momento”.

Se trata de ejercicios prácticos que durante cuatro horas implican el despliegue de un centenar de efectivos de tres las administraciones –local, autonómica y estatal– quienes coordinados por el Grupo de Emergencias de Andalucía, intentan ofrecer una solución a un problema que, aunque ayer no lo fue, debe estar más que preparado cuando sea necesaria su activación. Por lo visto a lo largo de la jornada, cada uno en su papel, cumplió lo que se esperaba de él; los efectivos están más que preparados para actuar en caso de un vertido real. Los simulacros, permiten valorar cada una de las piezas, sus movimientos y actuaciones y los recursos que tienen disponibles para situaciones reales.

El coordinador del 112 añadió que “cuando sean necesarios, estamos en condiciones de garantizar que estamos listos para ponerlos en marcha”. Después del día de ayer, “tratamos de ver en qué se puede mejorar, qué aspectos deben hacerse de una manera más efectiva para que el propósito de todo este despliegue consiga lo que persiguen este tipo de ejercicios, que es que la población sepa que está en buenas manos cuando sea necesario su entrada en acción en un accidente que sea real”. Ayer, desde luego, lo pareció.

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