La peatonalización de calles va más allá del casco urbano de la capital onubense. Los proyectos han comenzado a extenderse por los distintos barrios de la urbe, conformando redes de comunicación donde la prioridad es el viandante, para ello se diseñan recorridos accesibles, libres de barreras arquitectónicas, y del tránsito de vehículos, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Entre las ventajas de estas actuaciones urbanísticas se encuentra la disminución de la contaminación acústica, el reforzamiento de las actividades comerciales y el fomento de las relaciones sociales.

Las peatonalizaciones se llevan a cabo en las vías más transitadas. En este sentido, dentro de los proyectos municipales, en Huerta Mena, se va a continuar con la actuación iniciada en la calle Diego Bermúdez completando la remodelación del entorno del colegio público San Fernando. La Concejalía de Infraestructura, dando respuesta a una reivindicación vecinal, va a incluir la peatonalización de un tramo de la calle Bartolomé García, a la altura del centro escolar, en el plan de obras del segundo semestre de 2009, obteniéndose así un circuito peatonal alrededor de las instalaciones docentes.

Con la peatonalización de la calle Diego Bermúdez la barriada ha ganado un espacio de más de ocho metros de ancho y ochenta metros de longitud para el ocio y disfrute de sus vecinos. La vía, paralela al colegio San Fernando, se encontraba en avanzado estado deterioro tanto por el paso del tiempo como por la acción de las raíces de los árboles, que habían levantado el firme, un suelo hormigonado que carecía de solería, creando grandes desniveles que suponían un peligro, tanto para la población que reside en la zona, en su mayoría personas mayores, como para los alumnos del colegio público.

Ahora se pretende completar la acción iniciada incorporando a esta zona peatonal una especie de plaza pública de nueva creación en el acceso posterior del colegio público. La superficie a tratar, que servirá de enlace entre las calles Diego Bermúdez y Sancho de Rama, también peatonal, se encuentra en muy mal estado y urge su rehabilitación, ya que diariamente, a las horas puntas, coincidiendo con el horario de entrada y salida del centro escolar, se concentran en el lugar cientos de personas.

La peatonalización de este tramo de la calle Bartolomé García contribuirá también a alinear las calles Sancho de Rama y Diego Bermúdez, dando al conjunto arquitectónico una imagen homogénea.

Aparte de Huerta Mena, son varias las barriadas de la capital onubense en las que se han acometido obras de peatonalización. En este punto, se han realizado actuaciones en El Carmen, con la peatonalización de la calle Antonio Rengel, y en los Rosales, en el bulevar central de la avenida principal, en la confluencia de las calles Amadís de Gaula con Rocinante, así como con Sansón Carrasco, además del corredor central que cruza las plazas Don Quijote, Dulcinea y Sancho Panza, generando de esta manera espacios de estancia en zonas que eran únicamente de tránsito.

Por su parte, en La Orden, se peatonalizaron dos calles laterales de la plaza Andévalo para ganar espacio y facilitar el tránsito del peatón; en Vicente Yáñez Pinzón, se actuó en la calle Paraguay, y en Zafra se peatonalizó la calle situada entre la casa hermandad de Emigrantes y el Conservatorio de Música de Huelva.

También han llegado las peatonalizaciones a El Rocío y Martín Alonso Pinzón, barriadas en la que se han peatonalizado las calles Mástil, Timón, Perú, Bolivia, Colombia y Oregón, a las que se unirá la calle Uruguay, una vía que pasará a ser peatonal con el Plan Integral de Modernización de Barriadas, que contempla en ella la construcción de un jardín central.

En cuanto a las Adoratrices, la barriada se estrena con la peatonalización de la calle Villa Mundaka. La obra, que está actualmente en ejecución, es una vieja reivindicación de la asociación de vecinos.