Investigadores de las universidades de Huelva, Salamanca, Granada y Barcelona así como del CSIC han concluido en un artículo científico, que cuatro grandes episodios de olas extremas, registrados entre el 2000 y el 1000 antes de nuestra era, fueron los causantes de una trágica reducción de asentamientos humanos radicados en el actual Espacio Natural de Doñana durante la Edad del Bronce.

El estudio pretende "poner luz", combinando datos de la dinámica de vegetación, el impacto humano, la variabilidad climática y la geodinámica costera, al desarrollo del poblamiento de este paisaje de humedales costeros. "Combinamos nuestros nuevos datos paleoambientales con los de otros estudios realizados en el Suroeste de la Península Ibérica", ha asegurado Antonio Rodríguez, geólogo de la UHU y uno de los autores del estudio.

La Edad del Bronce fue el momento crítico para el desplazamiento de los asentamientos

El análisis de diferentes registros polínicos y partículas de carbón -derivadas del manejo de los bosques- ha sido clave para comprobar estos cambios ambientales y las diferentes actividades humanas del territorio y sus usos durante el Holoceno medio tardío (5000 antes de Cristo - 2800 a.d.C.). "Nuestra investigación nos ha permitido reconocer los cambios climáticos y hasta cuatro episodios marinos de olas extremas en el paleoestuario del Guadalquivir, que podrían haber contribuido tanto al cambio cultural que se observa en el registro arqueológico al final del Calcolítico como a la disminución subsiguiente de la población durante gran parte del Edad de Bronce", ha subrayado Rodríguez.

Los resultados de este trabajo se han cruzado con datos arqueológicos referentes a las épocas del Cobre y Bronce, y con otros procedentes de investigaciones similares realizadas en el Sur de la Península, con el objetivo de discernir las diferencias o similitudes regionales.

Los objetivos específicos de este análisis combinado han servido para identificar diferentes actividades humanas, evaluar las estrategias seguidas durante los diferentes períodos analizados; describir la respuesta del paisaje de las marismas a la perturbación humana a escala microrregional y establecer las relaciones causales entre riesgos naturales potenciales, como es el caso de los tsunamis y otros.