Huelva

El obispo de Huelva habla de esperanza y espera el final de la pandemia

  • Reconocimiento a las ONG, hermandades y asociaciones que trabajan por ayudar a los más desfavorecidos

José Vilplana en el último día triduo de rogativas a la Virgen de la Cinta.

José Vilplana en el último día triduo de rogativas a la Virgen de la Cinta. / Josué Correa

En el santuario de la Cinta ha culminado el triduo de rogativas a la Virgen de la Cinta ante la pandemia por el coronavirus, siendo invocada como ‘Salud de los enfermos’.

La Hermandad de la Cinta ha querido que el triduo de mayo a la Patrona tuviera este sentido especial, presidido por el obispo de Huelva José Vilaplana Blasco, que concelebró con el vicario para la Celebración de la Fe, Emilio Rodríguez Claudio, y el rector del santuario, Andrés Vázquez.

José Vilaplana habló de “camino de esperanza” ante las palabras del Evangelio del día en el que Jesús dice “no se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí”. En estos momentos de pandemia “nos ponemos a su lado y su compañía nos consuela”.

Se refirió a las encuestas sobre la fe cristiana e invitó a no tener una fe selectiva, sino acogiendo a Cristo muerto y resucitado, que “nos permite compartir su victoria”, “mirando siempre a María”.

El triduo lo presidió el obispo José Vilaplana que concelebró con Emilio Rodríguez y Andrés Vázquez. El triduo lo presidió el obispo José Vilaplana que concelebró con Emilio Rodríguez y Andrés Vázquez.

El triduo lo presidió el obispo José Vilaplana que concelebró con Emilio Rodríguez y Andrés Vázquez. / Josué Correa

En esta misa se recordó a los anteriores obispos de Huelva y José Vilaplana se sumó al reconocimiento del papa Francisco que en el Día Internacional de la Cruz Roja ha pedido “por todos los voluntarios que trabajan en las ONG al servicio de nuestros hermanos”.

Presentó las peticiones Juan Manuel Caballero, responsable de Cultos de la Hermandad de la Cinta. Así lo hizo por todas las asociaciones religiosas, hermandades y ONG, “para que por medio de la presencia cercana de la Virgen María sigan  siendo animadoras de la caridad en la iglesia, esperanza para los  necesitados y signo de liberación en el mundo”.

Se tuvo presente a los sanitarios, los cuerpos de seguridad del Estado, y los que trabaja en el suministro de vivieres y material  necesario para los hogares, “que las oraciones insistentes y decididas a nuestra Madre, la Virgen de la  Cinta, sean la garantía y confianza necesaria para poder llegar a controlar esta difícil situación”.

Al igual en las rogativas se pidió por la recuperación de los afectados, y se recordó a los fallecidos.

Deseando que “a la vista de tantos casos de recuperación vuelva la esperanza como en Caná de Galilea y pronto pueda regresar la alegría y la fiesta después de este momento de prueba”.

Un ruego ante la Virgen de la Cinta, san Manuel González y todos los santos y beatos de la diócesis, “para que intercedan y finalice esta pandemia”.

José Vilaplana, que durante el confinamiento ha tenido de lunes a viernes misa en la capilla del Obispado y que solo ha salido para acudir al santuario de la Virgen de la Cinta para este triduo de rogativas, anunció que a partir del lunes se retomarán las mismas en los templos, dentro de las normas establecidas por el Gobierno y manifestó su deseo de hacerse presente en algunas parroquias.

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