Cofradías

Una nueva realidad cofrade

  • Lejos de quedar en el olvido, la Semana Santa onubense consiguió gran empuje.

La Semana Santa en estas tres décadas se fortalece y se presenta como una de las grandes referencias de la ciudad, no sólo en el plano religioso,sino como el acontecimiento que mueve a más personas y que incorpora a los barrios.

El presidente del colectivo cofrade, entonces la Unión de Cofradías de la Semana Santa de Huelva al echar a andar Huelva Información, es Alfonso Carlos Ortega Vizcaya. Reconoce que aquel fue "un tiempo convulso, de reuniones en el salón de plenos del Obispado que acababan de madrugada". Los problemas: "El articulado de unos estatutos que fijaban sanciones económicas a las cofradías que no cumplían los horarios". Es necesaria la elaboración de unos nuevos estatutos que pondrán las bases para la gestión de las hermandades en el órgano común; luego vendrían otros e incluso una reforma que todavía está pendiente de concluirse. Reconoce que hoy, aunque la Semana Santa "ha dado un gran cambio a mejor", sin embargo, "en lo intelectual y social, las hermandades han decaído mucho, en cuanto a lo que son sus dirigentes cofrades".

Un tiempo en el que se inicia un nuevo camino para las cofradías con la incorporación paulatina de los hermanos costaleros que le dan un gran impulso. Se abre así hacia el camino del esplendor cofrade, con muchos sacrificios, pero sabiendo qué es lo que se quería. No hay que olvidar las primeras grandes exposiciones de arte sacro en el salón de plenos, donde se empieza a mostrar todo lo bueno que van haciendo las cofradías para mejorar su patrimonio. Mientras, se mejora la carrera oficial, que era sólo la Gran Vía.

Alfonso Carlos Ortega coincide también en el periodo que es presidente de la Unión como concejal de Alianza Popular. "Ante la preguntaba de mi propio partido del posible problema de incompatibilidades, acudí a hablar con el obispo González Moralejo y me dijo que ojalá hubiesen muchos cofrades concejales en el Ayuntamiento", recuerda.

José Vargas Tallón es el presidente que va a dotar a la Unión de Cofradías de una estructura de la que carecía y que es fundamental para una institución como ésta en su afán de convertirse en  uno de los referentes de la ciudad. Su gran aportación será la sede del Consejo, en la calle de las Hermandades, incomprensiblemente hoy cerrada y con un Consejo que vuelve a itinerar. "Los hermanos mayores decían que si no se le detraía nada de la subvención, pues para adelante con una sede propia. Tuvimos mucho trabajo pero ahí la tenemos, aunque lamentablemente no esté abierta, una situación que no debería seguir así", dice Vargas. "Entonces no había nada. Me moví mucho con Juan Ceada. Hay que decir que los socialistas tuvieron siempre una actitud de respeto y de colaboración con las hermandades; la verdad es que yo estaba insistiendo desde las ocho de la mañana en el Ayuntamiento".

Una de las preocupaciones es la de mejorar los canales de recaudación de fondos que demandaban las nuevas adquisiciones para el patrimonio cofrade. En ese momento José Vargas piensa en la carrera oficial y en incrementar el número de palcos y con ello los ingresos, pero también desde la óptica de costo cero para las cofradías. Es cuando se desechan las complicadas estructuras de abrazaderas por el llamado sistema Vargas de anclaje sencillo, hoy copiado en la Semana Santa de otras ciudades. Hay nuevas fórmulas de ingresos: loterías, fichas, casetas de Colombinas... "En el Consejo siempre estuvo todo claro", dice.

Una Semana Santa que fue creciendo en el número de hermandades, con la incorporación de nuevos barrios, completando todas las cuadrillas de costaleros, aunque siempre es un tema de altos y bajos. Tiempo para recuperar la estación de penitencia en la parroquia de la Concepción.

Antonio González García recoge hoy en la presidencia del Consejo el paso de estos 30 años, "con todas sus novedades, la llegada de los costaleros, mejoras en los cortejos; con menos medios de los que existen ahora se hacía un trabajo excelente". "Con el tiempo se fueron corrigiendo cosas" y  asegura que hoy "las cofradías están mejor plantadas en la calle; se sufre menos llevando los pasos, los capataces hemos continuado aprendiendo, hay una evolución adecuada". "Ahora es más fácil trabajar en la Semana Santa, es más participativa, con muchos jóvenes. Antes también estaban, pero ahora se les escucha más". Considera que, en la actualidad, la Semana Santa está bien dimensionada y tiene su sitio fuera de Huelva. "Ahora es tiempo de modernización, pero lo que no se puede olvidar es el trabajo que hay detrás, que hicieron otros cofrades, dignos de admiración: del trabajo de mucha gente hoy se recogen los frutos de estos 30 años".

La juventud  onubense de túnica y costal

La presencia de la juventud siempre ha sido clave en la vida de las hermandades. A lo largo de su historia, son los que traen ideas frescas e incluso la creación de nuevas corporaciones. En estos 30 años es clave la participación joven en el mundo del costal, que sirve de revulsivo a un colectivo que no pasaba por sus mejores momentos. Las casas de hermandades están abiertas durante todo el año. La vida se enciende, lejos está cuando el latido cofrade sólo era unas semanas antes al comenzar los montajes. Hoy, sin embargo, de lo que hay que tener cuidado es de la desmesura y de mantener los criterios éticos y estéticos dentro de la norma que marca la tradición cofrade, donde sí se permite la evolución, aunque no los inventos.

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