Toros

Una nueva historia para una vieja plaza

  • La restauración de la antigua Merced, junto a Litri y Chamaco, principales referentes informativos.

La intensidad y la pasión del toreo de Huelva pasó durante mucho tiempo por esa añorada redacción de San Pedro. La plaza era el nexo informativo donde confluían muchas cosas del toreo que singularizaban a una ciudad en la que los nombres de Litri y Chamaco habían copado, por su importancia social y taurina, la mayor parte de las páginas de toros. En realidad, San Pedro significaba el mejor paisaje posible para retratar con color onubense a cualquiera de los muchos protagonistas del toreo que la actualidad demandara. Mas como antes citaba, la redacción tenía como vértice la cercanía de la peña Chamaco, en la medianía de la calle San Andrés, el barrio de San Sebastián, donde los Litri fueron santo y seña, y además entroncaba directamente con la bajada de miles de onubenses cada tarde que la plaza nueva de La Merced anunciaba toros por Colombinas. Todo un triángulo mágico para entender y vivir la Huelva taurina.

Con vocación taurina

Siempre asumieron los responsables de este periódico la relevancia que la información taurina guardó para esta ciudad. Desde su nacimiento a la luz informativa, jamás faltó al planillo la puntual reserva de espacio para una página de toros. Suplementos especiales de ocho páginas cada fin de semana, tratamiento gráfico puntual de cada punto de la provincia donde había toros. Ni un rincón por cubrir informativamente desde el disloque que significaban los horarios de un cierre de madrugada con los acetatos viajando por tramos para la rotativa con la foto de una salida a hombros ya fuese en Cortegana, Valverde o Zalamea, la plaza de esa tarde de toros. Vocación informativa provincial, desde luego, para no olvidarse que los modestos también tenían un sitio especial para el lector que cada mañana abriese las páginas de Huelva Información.

Una historia paralela

En agosto de 1984 se reinaugura La Merced. Ese fue, desde luego,  un gran escaparate informativo para una ciudad que había perdido por enfermedad incurable aquel amplio coso de La Monumental del recinto colombino.

Preámbulos, arquitectura nueva para un coso viejo, obras, pruebas de una carrera contrarreloj y, por fin, la inauguración, con Litri padre también en el cartel. La actualidad de las páginas taurinas gestionó casi a diario durante una amplia época a los tres personajes principales de aquella historia: el alcalde Marín Rite, el arquitecto Luis Marquínez y el empresario José Luis Pereda, el hombre que determinaría los personajes y actores de muchas y muchas páginas taurinas y, por supuesto, el gestor, como ganadero y taurino, de gran parte de una historia en la que a través del tiempo se gestionan como actores los nombres de Sebastián Borrero, Emilio Silvera, Francisco Barroso, Miguel Carrasco o Jesús de Fariña, alternativados los tres primeros en La Merced y en Cortegana y Valverde, respectivamente, los dos últimos.

Los triunfos de los toreros de Huelva llenaron a lo largo de estos treinta años páginas y páginas tan intensas como las que aquel 11 de mayo del 93 relataban la actuación de dos toreros onubenses. Un equipo de enviados especiales se desplaza a Madrid para cubrir un festejo de máxima expectación para Huelva. Chamaco se presenta en Madrid, para confirmar la alternativa de manos del Niño de la Capea, con Litri de testigo. Una tromba de agua a punto estuvo de dejar inédito un paseíllo tras el que Litri cuajó una de sus más importantes tardes en Madrid, frente a un toro de Alcurrucén.

Por aquel entonces, el tren Ave llevaba casi un año funcionando entre Sevilla y Madrid. Pero la alta velocidad no llegaba aún al telefoto: cada una de las múltiples fotografías que se enviaron de aquel festejo a la redacción de Huelva tardó en transmitirse unos treinta minutos. Toda una odisea aquella doble página.

Los personajes

Fuera del ruedo la noticia surtió páginas destacadas en cuanto a personajes de relevancia. La muerte arrebató con ventajas la figura del maestro Chamaco. Sepelio multitudinario al igual que el de José Leandro Pirfo, el eterno banderillero de Huelva. Aunque, si se habla de personajes con fechas, está claro que a la Merced no se le olvidará esa tarde del 97, la de la más grave cogida de un torero en La Merced. Corneado Silvera, la actualidad mantuvo el pulso sobre la segunda operación a altas horas de la madrugada para salvar la pierna.

Culito, de José Luis Pereda,  también fue portada taurina al convertirse en el primer astado indultado en la nueva etapa de la plaza que en 2002 se convertía en plaza centenaria con Finito, Ponce y Silvera protagonizando aquel paseíllo.

Después de todo esto, el tiempo trajo las ferias más recientes con la figura de José Tomás como eje de los grandes y rotundos plenos de taquilla. Entre todo, quedan muchas horas de esfuerzo, carretes Ilford de 400 ASA para revelar después de las once de la noche y un periódico que enseñaba al día siguiente cómo habían estado la tarde anterior los toros y los toreros en la plaza de Santa Olalla, a más de 130 kilómetros de aquella redacción en San Pedro o de ésta misma que hoy, más moderna, sigue haciendo periodismo taurino desde cualquier rincón donde se anuncie una feria de toros.  

Chamaco y Litri, dos doctorados de portada

Con cinco años de diferencia entre ambos doctorados, los hijos de dos de los matadores de toros más famosos de esta ciudad tomaron sus respectivas alternativas fuera de la plaza onubense; concretamente, en la ciudad francesa de Nimes. Importantes acontecimientos para esta ciudad y a los que este periódico dedicó una amplia cobertura.

Especialmente en la que tuvo lugar en la feria de la vendimia de Nimes, a donde un vuelo charter con muchos onubenses se desplazó a tierras francesas para acompañar, no a un Litri, sino a dos, puesto que Miguel Báez Espuny se convirtió en padrino de su hijo. Por otra parte,las paginas taurinas llevaron a sus lectores la noticia de cómo Paco Ojeda doctoraba a Antonio Borrero Chamaco, en un momento donde el onubense se había convertido después de una fulgurante carrera como novillero en el más completo ídolo de la afición francesa

Báez espínola, el nuevo ídolo para una plaza rescatada

Nadie puede negar que Miguel Báez Espínola, Litri hijo, fue una de las grandes figuras donde la Huelva taurina canalizó gran parte de sus esperanzas. El joven Litri, cuarto en la generación de la dinastía torera onubense, llevó el peso de la programación de Colombinas durante todas las temporadas en las que estuvo en activo. Triunfos, percances, salidas a hombros y un enorme pundonor en los ruedos revitalizaron el ambiente taurino de una ciudad que comenzó a vivir de nuevo esa actualidad de una añeja Tertulia en el barrio de El Matadero o las salidas y llegadas a hombros de los aficionados desde la plaza de toros de La Merced, hasta el hogar de los Litri en la calle Rico. Todo un caudal de información convertido en páginas taurinas. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios