Huelva

Las mujeres onubenses son madres cada vez mayores y con menos hijos

  • Los nacidos por cada mil habitantes marcan un mínimo desde que hay datos registrados

  • La esperanza de vida en Huelva es una de las más bajas del país, por delante de Cádiz y Sevilla

Área de Maternidad del hospital Juan Ramón Jiménez.

Área de Maternidad del hospital Juan Ramón Jiménez. / canterla

En la provincia de Huelva nacieron a lo largo del año pasado un total de 4.611 bebés -de ellos 1.176 en la capital-, una cifra algo superior a los doce alumbramientos diarios que esconde una realidad más sombría, ya que es una de las más bajas desde que se tienen cifras, esto es, desde el año 1975, hace más de cuatro décadas, lo que no invita al optimismo sobre la tasa de renovación de la población onubense. No obstante, y por destacar un dato positivo, ésta se mantiene por encima de la media nacional, que apenas se queda en 8,4 alumbramientos por mil habitantes. Huelva es, a pesar de todo, una de las provincias donde el crecimiento vegetativo es ligeramente superior, toda vez que la cifra de fallecidos en los doce meses del año pasado se quedó en 4.367 personas, en una cifra casi idéntica entre los dos sexos (2.182 hombres y 2.185 mujeres), con lo que la provincia aumentó en 244 habitantes si se tiene en cuenta únicamente el movimiento natural de la población. Este crecimiento no es homogéneo, ya que mientras que en localidades como Aljaraque, Almonte, Ayamonte, Cartaya, Gibraleón, Lepe, Moguer, Palos, Punta Umbría o San Juan creció la población, en otras como Beas, la comarca del Andévalo, Valverde, el norte de la provincia y en la capital onubense, se produjo un descenso de sus habitantes.

La cifra de nacimientos del año pasado, en contraste con lo experimentado en todo el país que es el más bajo desde 1976, no es la menor de la historia, ya que tanto en 1998 como en 1996 se registraron cifras ligeramente inferiores.

La crisis económica derivada en unas tasas de desempleo por encima de la media nacional y la falta de perspectivas económicas hacen que, al menos en lo que se refiere al estudio del movimiento natural de la población, esto es, a la diferencia entre nacimientos y defunciones, la situación de la provincia no deja de ser preocupante. De hecho, las mujeres onubenses tienen cada vez menos hijos y cada vez a una edad más avanzada. Se trata de la principal conclusión que puede extraerse de los datos dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística.

Mientras que en 1975 la tasa bruta de fecundidad, es decir, el número de nacimientos por cada mil habitantes se situaba en 19,26, la del año pasado se quedó en menos de la mitad con 8,8 y es la primera ocasión desde que hay registros que no llega a 9 hijos por cada mil habitantes. A comienzos de los años 80 se invirtió la tendencia con cada vez menos nacimientos, aunque es en los últimos cuatro años cuando la situación se ha convertido en alarmante. Con la excepción de 1978, una etapa en la historia en la que los acontecimientos políticos no animaban a la descendencia, cuando la tasa de fecundidad no llegó por primera vez en nuestra historia a los 10 nacimientos por mil habitantes, ha sido desde 2014 cuando la tendencia ha experimentado un descenso más acusado.

Si se tiene en cuenta la tasa de fecundidad, es decir, el número de nacimientos por cada mil mujeres residentes en la provincia de Huelva, el descenso es todavía mucho más acusado; en 1975, esta cifra superaba con creces los 85, mientras que el año pasado apenas superó los 36, es decir, la más baja de la serie histórica. La edad a la que las onubenses deciden ser madres, como consecuencia de lo anterior, ha subido de manera imparable desde 1975, cuando la media provincial de la maternidad era de unos 25 años, mientras que en la actualidad supera los 29, ligeramente superior a la del año 2016 que, hasta el momento marcaba el mínimo histórico. De hecho, mientras que hace más de cuarenta años las onubenses dejaban de ser madres a los 29 años, ahora comienzan a hacerlo a los 31, con lo que ésta se ha retrasado de manera destacada, en una tendencia que continuará en plena progresión positiva.

Otro de los rasgos que caracteriza a la población es la mayor esperanza de vida, fruto de los avances médicos que ha experimentado toda la sociedad en las últimas décadas. Como no podía ser de otra manera, en Huelva se ha elevado de una manera más que notable desde que se contabilizan los datos de la serie histórica. Como media, los onubenses viven hoy casi 10 años más que en 1975, cuando la esperanza de vida se situaba en 72,36 años, por los 81,83 años de ahora. En este apartado hay diferencias más que destacables entre hombre y mujeres, aunque esta se ha reducido en ese periodo de tiempo. En efecto, mientras que hace 43 años las mujeres vivían por encima de los 76 años y los hombres de 68, el año pasado ese diferencia, que todavía existe, se situó en84 en las mujeres y 79 en el caso de los hombres.

No obstante, Huelva tiene una de las esperanzas medias de vida más baja de todo el país; curiosamente y dejando al margen las dos ciudades autónomas como las menores de todas con poco más de 80 años en Melilla y un año menos todavía en Ceuta, las otras dos provincias donde la gente tiene menor espectativa vital son otras dos andaluzas: Cádiz con 81,28 años y Sevilla con 81,40 años.

Con todo ello, en la provincia la tasa de mortalidad (número de fallecidos por cada mil habitantes) no cumplió con la media nacional, que apuntaba a un número de defunciones histórico, el más alto desde el año 1976, ya que los 8,37 muertos registrados se quedan por detrás de los contabilizados entre los años 2009 y 2014.

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