Sanidad

Los monitores quieren que se dé valor a su labor realizada en Salud Mental

  • Abogan por la aprobación de la categoría de técnico superior en Integración Social que quedó validada el año pasado

Una profesional en la Unidad Infanto-Juvenil.

Una profesional en la Unidad Infanto-Juvenil. / H.I. (Huelva)

Realizan una labor importante con los pacientes de Salud Mental. Se trata de lo que a día de hoy se siguen denominando monitores, pero ellos buscan que de una vez por todas se les reconozca la categoría profesional de técnico superior en Integración Social. Manuela Blanco es una de las monitoras que llevan a cabo su actividad en la capital. Se encuentran en la Unidad de Agudos del Juan Ramón Jiménez, en la comunidad terapéutica, en el hospital de día y en la Unidad de Rehabilitación de Agudos (URA).

Estos profesionales sostienen que por una mejor atención a la salud mental, es necesaria la creación de esa categoría de técnico de Integración Social en el SAS. “Muchos de nosotros –añade el colectivo en una nota informativa– creemos que los problemas de salud mental son solo de tipo sanitario y, por ello, siempre las reivindicaciones van más orientadas a la mejora en la atención psiquiátrica, psicológica y en enfermería. Pero también es un problema que lleva asociado graves déficits a nivel social: falta de adaptación en la familia, en la escuela, en el ámbito ocupacional y laboral así como una merma en las relaciones sociales y en el ámbito del ocio y el tiempo libre”.

Todo ello representa el terreno donde los monitores de Salud Mental realizan su labor “dando una oportunidad a muchas personas a que vivan su salud mental con una mayor normalidad y provocando que disminuya el estigma existente hacia ellos”.Para este colectivo, todas éstas son razones más que suficientes para solicitar que su categoría profesional pase a ser de técnico de grado medio.

Tanto Manuela Blanco como el representante a nivel andaluz, Andrés Ramos, indicaron que el 5 de marzo del año pasado, se aprobó la orden de creación de la categoría de Técnico Superior en Integración Social y Ocupacional, que definía la categoría y la cargaba de competencias y funciones así como que aclaraba la forma de acceso a la misma y la importancia de dotarla de personas formadas. Sin embargo, la orden no se ha puesto en la práctica y “esta olvidada en el cajón de la Dirección General de Personal del SAS, sin ser tramitada a la Consejería de Salud y poder ser publicada en el BOJA”.

Para los actuales monitores, la no publicación de esta orden afecta directamente a la atención a la Salud Mental al ser esta categoría, fundamental en el tratamiento de recuperación y rehabilitación de personas con trastorno mental grave.La actual categoría de monitor tiene una vida de tres décadas y sin mantener una descripción oficial de competencias y funciones, “como sí tiene el resto de categorías profesionales del SAS. Otra situación que afrontan, ésta más a nivel laboral, es que la inmensa mayoría se encuentra en situación de interinidad. En el pasado mes de febrero, el SASsacó unas oposiciones con 50 plazas para toda Andalucía que presentaban un temario de grado medio de FP cuando la titulación de estos monitores suele ser inferior.

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