Los lunares y los colores saturados serán los reyes de la Feria del Caballo de Huelva este año

Los escaparates se llenan de volantes, collares y claveles mientras las costureras ultiman los trajes que llenarán de color el albero onubense

¿Cuándo es la noche del 'choquito frito' de la Feria del Caballo de Huelva?

Conjunto de traje flamenco con mantoncillo y flor de la tienda El Ajolí. / Alberto Domínguez

De una percha enganchada a una puerta cuelgan desde hace unos días el traje de flamenca en muchas casas de Huelva. Los volantes recién planchados esperan su estreno mientras en las calles ya se percibe la ilusión de los preparativos. Las menos previsoras que todavía no lo tienen se pasean estos días por las calles de la capital entre lunares, claveles y mantoncillos que se lucen en escaparates repletos de volantes en busca del traje perfecto para lucir en la Feria del Caballo. "Este año se ha continuado con la tendencia de años atrás", asegura Susana, del famoso comercio onubense El Ajolí.

Vuelven a estar demandados los colores lisos, aunque "los lunares son el rey de la colección" y serán los que más se van a lucir en el albero. En cuanto a los colores en tendencia, en El Ajolí lo tienen claro, "se llevan mucho los colores saturados como el fucsia, el rojo o el azulino", aunque el año pasado ya destacaron "los blancos, que siguen siendo referentes en las tendencias" y que han vuelto a coger fuerza para los trajes de la Feria del Caballo.

Una clienta busca entre las perchas su próximo traje de flamenca. / Alberto Domínguez

Una vez se ha encontrado el traje perfecto queda una de las partes más complicadas para muchas clientas: los complementos. "Los collares están muy de moda este año", señala Susana que cree que esta prenda está volviendo a ganar protagonismo en los outfits flamencos tras pasar desapercibido en los últimos años. No se quedan atrás tampoco los complementos tradicionales como los mantones, las flores y los pendientes, que continúan siendo básicos en la vestimenta. En los mostradores se acumulan las flores, las peinetas de nácar y los pendientes de aro, componiendo un mosaico de colores que anticipa el ambiente de las casetas.

En El Ajolí el ritmo es frenético a las puertas de la Feria, la clientela de última hora sigue siendo la más abundante un año más. "Todo el mundo busca detalles de última hora, mantoncillos, peines... Mucha gente que se anima al final también por la adjudicación de las casetas, que han sido bastante tarde y no sabían si iban a la feria o no", apunta Susana que durante las últimas semanas ha tenido un ritmo mucho mayor de ventas de esa clientela a la que se le ha echado el tiempo encima, algo que "ha cambiado poco con respecto al año pasado, la gente se anima muy a última hora".

Expositor de El Ajolí con varios estilos de pendientes. / Alberto Domínguez

En general, este año la clientela de este tienda flamenca ha estado "un poco frenada, un traje de flamenca no es algo que te compres 'por si acaso', tienes que tener la previsión de que vas a ir al evento". Sin embargo, en las calles el paseo de bolsas, que guarda en secreto el color del traje para desvelarlo en la 'noche del choquito frito, y los nervios por llegar a casa rápido para colgar el traje revela que la Feria se siente más viva que nunca.

En el lado contrario están los que ya en julio acudieron a esta tienda en busca de renovar su vestuario flamenco. "La feria se va consolidando y cada vez hay más público que va y hay más gente que se viste de flamenca o que necesita un complemento nuevo", detalla Susana. Se nota en las calles, donde las costureras apuran las últimas puntadas para ajustar los trajes. Algunas clientas acuden a probarse por última vez el traje, mientras otras esperan su turno entre conversaciones sobre casetas, peinados y el calor que ya anuncia la Feria.

Estanterías llenas de flores para completar el traje de flamenca. / Alberto Domínguez

Este año las lluvias parece que no empañarán la feria como el año pasado y se podrán dejar atrás las botas y los paraguas para lucir los zapatos de esparto y los colores que vibrarán bajo el sol. El buen tiempo invita a estrenar volantes con más ganas, a pasear por el albero sin prisas y a dejar que los trajes brillen en todo su esplendor. El sol será el mejor aliado de una feria que promete lucir más viva y alegre que nunca, con el cielo despejado y las ganas intactas.

La moda flamenca en Huelva sigue fiel a su esencia, pero cada Feria del Caballo aporta un aire nuevo para crear una pasarela con las últimas tendencias. Los complementos se agotan y el ambiente en la capital, en el que ya resuenan las sevillanas desde algunos balcones, huele a feria. En pocos días, los volantes llenarán el albero, los colores se moverán al sonido de las palmas y Huelva volverá a vestirse de alegría.

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