Huelva

La lucha contra el tumor se dirige al corazón de la célula

  • La científica onubense Paula Martínez participa en dos proyectos en el CNIO

Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) están trabajando en una línea de fármacos anticancerígenos que sean menos agresivos que los tradicionales y más eficaces. Se trata de una novedosa línea por la que dichos fármacos atacan el genoma de las células cancerígenas, con lo que se evitan los efectos de los otros tratamientos, que también dañan células sanas. De todo ello habló ayer la científica onubense Paula Martínez, que trabaja en el CNIO. Es doctora en Biología Molecular y Celular y dio una conferencia en el Hospital Juan Ramón Jiménez dentro del programa Viernes Con-Ciencia, con el que el centro sanitario celebra, entre otras iniciativas, su 25º aniversario.

Martínez explicó que actualmente se encuentra involucrada en dos proyectos de investigación. Aparte de esa línea farmacológica, hay otra abierta de terapia génica por la que "se introduce a través de un vehículo viral, un gen para paliar los síntomas del envejecimiento y comprobar hasta qué punto se puede retrasar o evitar la aparición de enfermedades asociadas al envejecimiento.

El estudio parte de la idea de que la inmensa mayoría de las enfermedades, incluido el cáncer, son producto del envejecimiento del organismo, "aunque el cáncer infantil es otro tema". Si se parte de esa realidad, tenemos "que atajar los procesos que conlleva ese envejecimiento". La realidad, y eso se aplica a la del cáncer, es que cuanto más envejecemos, más posibilidades tenemos de que surja un proceso cancerígeno. En sintonía con esta realidad, hay que tener en cuenta que para 2050 se estima que el 50% de la población tendrá más de 60 años.

Con los fármacos génicos que el CNIO está investigando, "queremos identificar medicamentos que ataquen una parte de nuestro cromosoma que se llama telómero, que son los extremos finales de los cromosomas, porque pensamos que los efectos secundarios son mucho menores comparados con otros fármacos que dañan el ADN sin ton ni son. Además, esa parte de los cromosomas es esencial para que una célula se divida. Si a una célula tumoral le impides la división te estás cargando el cáncer".

Paula Martínez añadió que "estos medicamentos son novedosos, pues "atacamos el genoma de las células cancerígenas". Para Domínguez, se podría decir que hay tantos tipos de cánceres como pacientes, "pues cada tumor es distinto el uno del otro". Lo ideal, de este modo, sería realizar tratamientos personalizados pero eso aún a día de hoy es una utopía. Lo que sí está claro es que la detección precoz sigue siendo el arma más eficaz, ya que "el problema es que la mayoría de los cánceres son asintomáticos. Cuando presentan los primeros síntomas es que ya hay metástasis". El desafío sería neutralizar esa primera célula en la que nace el tumor y poder desproveerla de su capacidad de reproducción. Esa sería la gran victoria contra el cáncer: no lo curaría pero quedaría neutralizado.

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