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Las lluvias de los últimos días dan una tregua al campo y mitigan los efectos de la sequía.

Las lluvias de los últimos días dan una tregua al campo y mitigan los efectos de la sequía.

Las lluvias de los últimos días dan una tregua al campo y mitigan los efectos de la sequía.

La sequía de los últimos meses ha afectado considerablemente a los suelos del sur de la península, degradando su calidad y haciéndolos, poco a poco, inservibles para las actividades agrícolas. Por suerte, las lluvias de los pasados días han contribuido a mejorar esta situación, al proporcionar la humedad suficiente para que el suelo consiga recuperar parte de sus recursos. En esta entrada hablaremos de los problemas que supone la sequía para el sector agrícola y la importancia de las precipitaciones de los últimos días, listando además las prácticas y recursos a emplear para garantizar la regeneración del suelo, entre los que encontramos técnicas de cultivo alternativas y el uso de fertilizantes orgánicos.

El efecto de la sequía en el sur de la península

La Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación define la sequía como "el fenómeno que se produce naturalmente cuando las lluvias han sido considerablemente inferiores a los niveles normales registrados, causando un agudo desequilibrio hídrico que perjudica los sistemas de producción de recursos de tierras". Si bien las sequías en España suponen un fenómeno recurrente dada su ubicación geográfica, la frecuencia con la que se suceden se ha visto mucho más amplificada debido a los efectos del cambio climático.

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos ya ha avisado de que el 50% del campo español se encuentra en situación de alerta debido a la sequía de los últimos meses, dando lugar a una situación especialmente grave en regiones como el sur de Extremadura, Andalucía y varias comarcas de Murcia, Lleida y Girona. Según un informe emitido por esta organización, entre los sectores de la agricultura más afectados por este fenómeno se encuentran los cereales, el olivar, el viñedo y los almendros de secano, así como los pastos para ganadería extensiva y la apicultura.

La falta de lluvias de los últimos meses ha hecho que los cultivos de cereales, pastos para ganadería, frutos secos, olivares y viñedos acaben desarrollándose tarde. Además de la baja productividad agrícola, los ganaderos deberán recurrir a otras alternativas para compensar la falta de alimento para sus animales.

La llegada de la baja mediterránea

Por suerte, tal y como hemos vivido estos días, la baja mediterránea que ha afectado a las provincias de la costa del Levante y de Andalucía, así como a aquellas situadas en sus proximidades, ha conseguido mitigar considerablemente esta situación. Entre las zonas más afectadas por estas repentinas precipitaciones encontramos el sur de Cataluña, Castellón, Valencia y el norte de Alicante, así como Girona, Lleida, Málaga, Tarragona, Huesca, Barcelona... etcétera.

Las lluvias de los últimos días fueron muy esperadas por parte de los agricultores del sur de la península, dados los problemas que ha estado experimentando el sector durante estos meses a causa de la degradación en la calidad del suelo la escasez de agua para los cultivos. Sin embargo, los problemas que plantea la sequía para los agricultores no se verán solucionados con estas precipitaciones.

Recursos y prácticas para recuperar la calidad del suelo

Gran parte de la superficie del área mediterránea se ha visto afectada por el fenómeno de degradación del suelo, lo que ha limitado seriamente su productividad y rentabilidad para uso agrícola. La falta de éxito en estos casos se debe, principalmente, a la concurrencia por parte de los agricultores de los suelos degradados con escasa productividad biológica, situación que se ve empeorada por el fuerte déficit hídrico que tiende a experimentar esta zona. El suelo es un recurso natural no renovable que requiere de un largo periodo de tiempo para formarse, lo que obliga a los trabajadores del sector agrícola a diseñar estrategias alternativas para mantener o mejorar el rendimiento del suelo.

Entre estas estrategias encontramos el uso de productos biofertilizantes capaces de aumentar la disponibilidad de nutrientes para los cultivos, sin que ello conlleve daños para el medio ambiente. Existen empresas cuyos biofertilizantes que no impactan negativamente al entorno y que son capaces de aportar a los cultivos todo lo necesario para garantizar su nutrición y crecimiento. 

También pueden utilizarse técnicas alternativas de cultivo, tales como los cultivos de árboles cortavientos para cubrir los campos y evitar la dispersión del suelo o las técnicas de jardinería que no requieran de cavar en el suelo y empleen, en su lugar, materiales para cubrir la superficie. También debe evitarse la compactación del suelo, dado que esto hará que haya zonas de tierra dura y descubierta que impidan el correcto desarrollo de los cultivos.

Muchos cultivadores subestiman la importancia de la conservación del suelo. Las condiciones climáticas tan adversas que caracterizan a la zona del mediterráneo, si bien se ven apaciguadas por la llegada de precipitaciones como las que han acontecido en los últimos días, ponen serias dificultades para el mantenimiento de la calidad del suelo. El sector agrícola debe concienciarse y buscar las alternativas que mejor se adapten a sus procesos productivos, garantizando siempre los buenos resultados a favor del enriquecimiento y la regeneración del suelo.