Lluvia en Huelva capital

Un laberinto de pruebas en tres horas de lluvia

  • Los onubenses sortean por la capital hasta 5,6 litros por metro cuadrado para llegar hasta su destino

  • La Aemet prevé que hoy y mañana seguirá la lluvia

Pequeños estudiantes caminan de dos en dos con un paraguas para refugiarse de la lluvia.

Pequeños estudiantes caminan de dos en dos con un paraguas para refugiarse de la lluvia. / Josué Correa

La noche anterior a la lluvia había unos niños jugando en la plazoleta de los Niños Bosnios, en el barrio de La Orden, al escondite inglés. Para divertirse con ese entretenimiento de la preadolescencia sólo es necesario una pared y ganas de pasarlo bien. Uno se daba la media vuelta mientras los demás, a varios metros de distancia, avanzaban hasta él. Cuando el primero se daba la vuelta de nuevo, los participantes se quedaban petrificados para no tener que regresar al principio del camino. A algo parecido jugaron ayer los onubenses de la capital con el agua. La copiosa lluvia mantenía a muchos aventureros sin paraguas bajo un techo que sobresaliese en la calle, y en el momento que las gotas disminuían su grosor corrían hasta el próximo tejadillo que estuviese en su camino.

Así se desarrolló una mañana entretenida para las pocas personas que tuvieron la osadía o la mala memoria de no acordarse del paragüero en la puerta de casa. Los juegos infantiles no quedaron ahí puesto que algunos ejecutaron los movimientos que hacen en el buscaminas cuando las tardes son aburridas frente al ordenador. Esta vez las casillas eran los adoquines y, la bomba, en el que no estaba bien sujeto al suelo, que traía la sorpresa del abundante agua en su interior.

Con pies de plomo tuvieron que andar todos los onubenses durante unas tres horas en la mañana de ayer. Aunque al final, de poco sirvió por mucho paraguas o permeable que llevaran, como casi siempre ocurre en los días de fuerte lluvia. Las precipitaciones cayeron sólo durante unas horas pero fue suficiente para aglutinar hasta 5,6 litros por metro cuadrado desde las 10:00 hasta las 13:00, según los números de la Agencia Estatal de Meteorología. Sólo entre las 12:00 y las 13:00 se acumularon 4 litros por metro cuadrado, que fue el período de tiempo que registró más cantidad de agua.

Una mujer desafía al tiempo sin un paraguas. Una mujer desafía al tiempo sin un paraguas.

Una mujer desafía al tiempo sin un paraguas. / Alberto Domínguez

La lluvia, que tanto ha tardado en llegar este año y que apuntaba a sequía, hizo acto de presencia para la necesidad de pantanos, embalses y agricultores en este avanzado otoño onubense. A pesar de esta buena noticia para muchos intereses, sí que es cierto que para todos aquellos que tuvieron que salir ayer a la calle en las horas de lluvia fue todo un auténtico laberinto llegar hasta su destino. El viento se apuntó como enemigo en el transcurso del camino para terminar por mojar el interior de muchos zapatos, pantalones y hasta abrigos, dejando a un lado todos los paraguas en movimiento que dificultaron aún más cada paso por recorrer.

Subir una calle con pendiente supuso otro obstáculo puesto que el río de agua que descendía no tenía tapón ni ganas de desviarse. El agua que se arrastraba por las aceras también lo hacía por los bordes de las carreteras en busca de una alcantarilla. Y mientras tanto, los viandantes que intentaban cruzar un paso de peatones saltaban los charcos acumulados en los extremos.

Fueron apenas unas horas de jornada laboral aunque los juegos en la calle no han hecho más que comenzar. Según la Agencia Estatal de Meteorología las altas previsiones de lluvia permanecerán durante toda la jornada de hoy y también en la de mañana. Al menos, el fin de semana las nubes negras y el cielo cerrado dará un respiro en la capital. Todo no son malas noticias para los aventureros.

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