Un momento histórico como el Voto Colombino no puede faltar cada año en el calendario onubense. La pandemia imposibilita las tradicionales celebraciones que conmemoran esa promesa de Cristóbal Colón a la Virgen de la Cinta en las tribulaciones de una tormenta en alta mar.
Sin embargo, las medidas sanitarias obligadas por la pandemia no impiden el recuerdo de la manera que se pueda.
Así, el santuario de la Cinta encendió la llama que mantiene viva la tradición con el mejor fondo posible, esos azulejos que representan al almirante en actitud piadosa ante la imagen de la Virgen Chiquita, en su invocación de regreso del via decsubridor ante una gran tempestad que hacía peligrar la nave.
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