A pesar de ser incomprendidos muchas veces, a pesar de ser juzgados tan a la ligera por muchos, a pesar de que no siempre actuamos con la diligencia y la generosidad que se nos supone. A pesar de ser entre nosotros mismos caldo de cultivo de controversias, malas interpretaciones y roces absurdos; a pesar de que no toda la razón la lleve yo y el que no la comparta está en contra mía; a pesar del tiempo que nos amenaza, de la falta de ética en algunas decisiones, incluso a pesar de que la ciudad pueda o no entenderlo. Jesucristo es la razón de nuestra fe y nunca debemos perder ese norte.

Lo demás también, pero secundario. Que es bueno para la ciudad, evidente; que ha de ser un revulsivo para las economías de muchos, está claro y sin duda me alegro; que será un escaparate para mostrar el rico patrimonio artístico y cultural de Huelva, por supuesto; que es momento de unirse, sí, y de hecho sorprende gratamente como las fuerzas vivas de la ciudad por fin se ponen de acuerdo, pero para nosotros, cofrades de Huelva este acontecimiento ha de tener sentido porque es nuestra forma de entender este misterio, porque somos cofrades hijos de Dios y de la Santa Madre Iglesia.

Porque sabemos interpretar nuestros sentimientos a golpe de un llamador que nos une en excelsa levantá tos por igual, porque no está demás, ni mucho menos, que Cristo salga a bendecir a esta tierra.

Porque somos gente de bien a pesar de los pesares, porque hemos de demostrar que juntos y sin fisuras defenderemos aquella pasión que nos une, porque ya era hora, por orgullo, porque así hemos entendido que se nos demanda, por la emoción que vamos a vivir, por los Padrenuestros que ese día se elevarán al cielo, por nuestra fidelidad a las cosas de Dios, por nuestra lealtad inquebrantable a nuestro Pastor. Por todo esto, porque ciegamente creemos y sobre todo y por encima de todo por que Jesucristo es la razón de nuestra fe y nunca debemos perder ese norte, por eso y sólo por eso que fluya la fe por nuestras calles.