obra social del colegio marista Colón de Huelva

Nueve intensos días de campamento

  • Cerca de 90 niños disfrutan con la propuesta estival de Un nuevo horizonte para mi barrio

Nueve intensos días de campamento. Jornadas de piscina y playa, de visitas culturales, de juegos, talleres, teatro y de magia, días de diversión para los 88 niños, con edades comprendidas entre los seis y los catorce años, que participan en la propuesta estival de la Asociación Un nuevo horizonte para mi barrio, que constituye la obra social del Colegio Maristas Colón de Huelva.

Una iniciativa, que cumple su vigésimo segunda edición, y que no sería posible sin la labor de los 28 voluntarios, personas que se encargan de atender a los menores para que estos puedan tener "las vacaciones que se merecen", apuntó David Ibáñez, director del campamento. Para ello, cada año, preparan una amplia y variada programación.

Un equipo de veintiocho voluntarios se encarga de los niños en el campamento

José Luis González, relaciones externas del campamento, comentó que lo organiza la Asociación Un nuevo horizonte para mi barrio con la comunidad educativa del Colegio Maristas y la Provincia Marista Mediterránea, y cuentan en esta edición con la colaboración de los Ayuntamientos de Huelva y Niebla, la Obra Social la Caixa y la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales.

El campamento urbano comenzó el pasado 4 de agosto y finalizará hoy con diversas actuaciones, una merienda con los padres de los participantes y la entrega de camisetas.

Diariamente la jornada se ha iniciado en este campamento a las diez de la mañana y ha concluido a las ocho de la tarde, excepto el pasado miércoles, que se prolongó hasta las doce de la noche. Los niños tuvieron entonces un desayuno con sus familias y educadores en la plaza Juan XXIII, en Pérez Cubillas, barrio en el que reside la mayoría de los pequeños. En la barriada realizaron juegos, entre ellos uno de agua, hubo una actuación de magos y continuó la velada en el Colegio Maristas con juegos.

A los chavales se les da en el campamento desayuno, almuerzo y merienda. El colegio Maristas funciona como centro neurálgico durante días alternativos, el resto se dedica a excursiones y visitas culturales como la realizada a Niebla, en la que los pequeños hicieron juegos por la localidad y pasaron la tarde en la piscina municipal. También han disfrutado con los baños en la piscina del Polideportivo Diego Lobato, en Huelva, así como con el día de playa en Mazagón.

Ibáñez señaló que "los niños son muy participativos y ayudan a los animadores". A los chavales se les ha motivado a través de representaciones teatrales y juegos. "Se lo pasan estupendamente", apuntó el director del campamento, que manifestó que "le ofrecemos una alternativa distinta a lo que pueden tener en verano".

En esta edición se han centrado en la magia y han montado en el centro escolar una especie de Escuela de Magia, que cada día visitó un personaje, que llevó el hilo conductor de las actividades programadas para la jornada. "Cada día se ha trabajado un valor, como la amistad, el respeto a la naturaleza o el interés por la cultura".

También hubo un guiño a la Capitalidad Gastronómica, con la celebración de un concurso de cocina, al estilo Masterchef. Los niños tuvieron que elaborar platos originales a través de frutas y sandwiches.

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