JOSÉ VILAPLANA BLASCO obispo de huelva

"La inmigración es un problema tan grave que se debe tomar más en serio"

  • No entiende el anticlericalismo que se percibe desde determinados sectores, después de experiencias de diálogo positivas Considera la clase de religión un derecho de los padres

El obsipo de Huelva, José Vilaplana, destaca al inicio de la Semana Santa la importancia de esta celebración y realiza un análisis de las preocupaciones de la Iglesia, que pasan por atender a las personas necesitadas por la crisis. Dice que las Cáritas están desbordadas, pero no desesperadas gracias a las ayudas que reciben.

-¿Cómo se encuentra usted un año después de esta entrevista, que es una cita obligada en la ventana del Domingo de Ramos?

-Bien, esperanzado, animado tras el encuentro con el Santo Padre. Resultó todo un estímulo; sus escritos están marcando la línea a seguir para la renovación eclesial.

-¿Qué tiene don José que cuando la gente llega a hablar con él se siente como en casa? Pero habrá alegrías y sufrimientos, ¿qué vienen a contarle a un obispo?

-Quiero que todos se sientan en casa, acogidos por el obispo, que tiene que ser padre. Toda la vida pasa por este despacho, con alegrías y visitas que entristecen por la desesperanza, por no tener trabajo, por la falta de vivienda... Puedes escuchar pero no siempre se encuentra la solución.

-El Papa Francisco está sorprendiendo a todos. ¿Cómo valora este primer año de pontificado?

-Despierta muchas esperanzas porque tiene el don de la comunicación directa y sencilla. Me parece especial su sencillez evangélica, de estar cerca de todos y de los pobres. La clave pastoral es la Alegría del evangelio, con un nuevo afán misionero, de llevar a Jesús al corazón.

-En la Iglesia española también se están produciendo cambios, como el del secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, y su presidente, Ricardo Blázquez. ¿Es signo de un nuevo aperturismo?

-El secretario es una persona del mundo de la comunicación. Con su nombramiento se ve el deseo de la Iglesia española de querer comunicar bien, de llevar el mensaje con nitidez; además, ha sido una persona cercana al Papa Francisco, como portavoz en su elección. En cuanto a don Ricardo, es un hombre sencillo, bien formado, cercano y eso también indica que la Iglesia quiere estar cerca de las personas con estilo sencillo y evangélico.

-¿Qué valoración realiza de la visita ad limina?

-Es una gran alegría estar en las tumbas de Pedro y Pablo, momentos donde profesamos la fe de los apóstoles, es muy importante y nos conforta mucho. Resultó muy provechosa la entrevista con el papa en grupos reducidos. Quería conocernos de manera fraternal y directa, saber de nuestras preocupaciones como un hermano mayor. Hemos conocido sus preocupaciones, como el paro juvenil, en lo que representa de desánimo de no llevar el pan a casa, y ver qué podíamos hacer con los jóvenes. Le preocupa la corrupción, la distingue del que peca que se acoge a la misericordia de Dios, es el que no tiene conciencia del mal y crece en él. Lo mismo que la familia y estar cerca de la gente. Le preocupa la secularización de España. La visita ha sido muy estimulante, una experiencia de comunión y gratitud; el papa nos recibió con sencillez, con testimonio de hombre de fe y espiritual.

-El domingo de la Divina Misericordia será declarado santo Juan Pablo II, el único papa que ha venido a Huelva, ¿cómo se va a celebrar aquí?

-Quiero ir a Roma, no a título persona, voy en la peregrinación diocesana, para compartir la alegría de que es santo el Papa que vino y piso Huelva, que ésta se vea representada, será un viaje duro pues habrá muchísima gente. Estaremos para compartir la alegría y gratitud. El mismo día y en el lugar donde celebró la eucaristía en Huelva, en la avenida de Andalucía, habrá una misa de acción de gracias.

-¿Vendrá el papa Francisco a Huelva, a El Rocío, en 2015?

-Pienso que no hay que hacerse grandes ilusiones. El papa ha reducido los viajes. Aunque ha sido invitado para la conmemoración de Santa Teresa; no hay respuesta oficial. Es difícil que haga un viaje al estilo del papa Juan Pablo II. Su criterio son viajes breves e ir a lugares con problemática, donde pueda poner luz. A mí me gustaría que viniera a Huelva, pero no podemos tener ilusiones que no se puedan realizar. Dijo que si no puede visitar El Rocío, lo hará en la otra vida.

-¿Por qué hay políticos que se empeñan en estar siempre metiendo el dedo en el ojo a la Iglesia?

-El anticlericalismo se percibe en determinados sectores de España. Después del Concilio Vaticano II y de experiencias positivas de diálogo y colaboración no acabo de entender el por qué. Quizás por el desconocimiento de qué es la Iglesia y se puede mirar como un estamento de poder, cuando quiere ser algo cercano. Nadie quiere imponer la fe, sino ofrecerla.

-La Junta de Andalucía dice que recortará al mínimo la clase de religión.

-La clase de religión no es una imposición, es un derecho constitucional para elegir educación para los hijos por sus convicciones y una opción para el no creyente que quiere que sus hijos conozcan el cristianismo, para entender el arte, la música, etc. Difícil se puede conocer la historia si no se saben las claves del cristianismo. La Iglesia lo que hace es responder a la demanda de los padres. Es un referéndum todos los años, y los que piden merecen respeto y ser atendidos.

-Este año es el 75 aniversario del final de la Guerra Civil. Hay quienes quieren revisarla y que la Iglesia tiene que pedir perdón. ¿Y a ella quién se lo pide, que perdió sus templos, como las hermandades su patrimonio?

-Miremos el futuro y superemos bien el pasado. En la Transición formamos parte de una juventud que suscribió un deseo de esperanza por resolver los conflictos de los padres. Hay que vivir una sociedad reconciliada mirando al futuro.

-En muchas ciudades se han iniciado procesos de beatificación de mártires de la Guerra Civil, como en Sevilla. ¿Se hará aquí en Huelva?

-Entonces no era diócesis, pertenecía a la de Sevilla, por ello aquí no se ha planteado.

-¿Qué le parece la nueva ley del aborto?

-La defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano. Supone la convicción de que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo.

-En Huelva, donde vemos cerca el problema de los inmigrantes, cómo valora los últimos incidentes de Melilla. ¿Debe contribuir Europa a la búsqueda de una solución?

-El fenómeno de la inmigración tiene unas dimensiones que aconsejan ver la forma de abordarlo también desde Europa y con una gran amplitud. Primero, que estas personas no tengan que salir de sus países por el hambre y la miseria. Es un problema tan grave que la sociedad, todos, deben tomarlo más en serio para curar en su raíz. Siempre teniendo en cuenta que el inmigrante es una persona humana y hay que tratarlo con dignidad. Hay que poner más medios y las soluciones deben ser más acorde con la gravedad del problema.

-¿Cómo está viviendo la Iglesia la realidad de la crisis?

-La crisis es un drama muy persistente, hace que las Cáritas que están a pie de calle se desborden, pero no desesperada, trabajando con esperanza al lado de las personas que más sufren. Cáritas es el mejor cauce para acercarse a las personas y acoger a aquellas con más posibilidades graves de riesgo. El desafío más importante hoy es ver qué hacer por las personas. Éste ha sido el motivo que nos ha impulsado a un encuentro con empresarios cristianos, para ver cómo responder a la creación de trabajo desde la doctrina social de la Iglesia; intentando que el cansancio no lleve al desánimo. Tuvimos una vigilia en la iglesia de San Sebastián con Cáritas para sensibilizar a los jóvenes, no perder el camino, seguir luchando y no bajar la guardia.

-¿Qué valoración hace en el último año del Plan Diocesano de Evangelización?

-Se están preparando los instrumentos de valoración. A partir de ahí veremos cómo hacer el siguiente plan. Con el resultado sabremos dónde poner los acentos y los documentos que nos aporta el papa.

-¿Y del Año de la Fe?

-Me pareció muy hermosa la profesión de fe que se hizo en La Rábida de toda la Diócesis, muy solemne, sobria y significativa. La profesión de fe con las hermandades, a pesar de que se tuvo que suspender la salida de los pasos, fue un signo muy hermoso que se vivió en la Plaza de las Monjas.

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