salud | actuaciones sanitarias de cara al verano

El SAS vigilará de modo especial a mil personas frágiles al calor

  • El Plan de Prevención de los Efectos de las Altas Temperaturas ya está activado desde comienzos de este mes

  • Mayores, bebés y enfermos crónicos son los grupos considerados como vulnerables

La Consejería de Salud ya ha activado el Plan Andaluz de Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud, dirigido especialmente a la población más vulnerable como son las personas mayores, pacientes crónicos, personas con trastorno mental grave, menores de 4 años (especialmente lactantes) y personas que trabajan expuestas al sol. Asimismo, y según los casos registrados en los últimos veranos, se busca concienciar también a personas que practican deporte en las horas más calurosas del día.

Según datos de la Delegación Territorial de Salud, el SAS tiene identificadas a 275 personas consideradas como frágiles ante los efectos negativos que las altas temperaturas pueden causar en su estado de salud. Sin embargo, la cifra irá en aumento progresivo hasta posiblemente, llegar a la del verano de 2016 que fue de 985 personas. La razón para ello se encuentra en el hecho de que el SAS parte de una base inicial de datos que se va actualizando conforme los enfermeros de cada centro de salud van realizando visitas a los pacientes.

Desde la Secretaría General de Salud Pública y Consumo de la Consejería de Salud, el objetivo de este plan es "minimizar las consecuencias de salud que el calor pueda tener en la población, sobre todo, en referencia a los colectivos más vulnerables".

El plan incentivado por la Junta de Andalucía se basa en la vigilancia, control y seguimiento de esa población de riesgo, la identificación de las personas más vulnerables y la coordinación eficaz entre las diversas instituciones y organismos implicados: servicios sociales, centros sanitarios, residencias, organizaciones de voluntariado, 112, etcétera.

El plan, al que le acompañaron otros a nivel municipal de menos vigencia, se consolidó en este mismo siglo ante la evidencia de que el calor, un efecto casi genético en el verano andaluz, está tomando otras dimensiones como consecuencia del indiscutible cambio climático y el calentamiento global.

Así, desde los centros de Atención Primaria se ofrece información a la población general y se trabaja en la identificación de los pacientes de riesgo para su inclusión en el plan de seguimiento telefónico que realiza Salud Responde. Además, se intensifican las visitas domiciliarias para monitorizar los signos y síntomas relacionados con el calor y proporcionar consejos para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas. Estas visitas y el seguimiento de telecontinuidad se realizan también a pacientes tras su alta en los centros hospitalarios. Todo ello hace, como ya se ha apuntado, que la base de datos vaya aumentándose conforme toda esa actividad asistencial se desarrolla.

Las personas identificadas como población de riesgo son, en su mayoría, mayores de 65 años, pacientes frágiles que viven solos, cuyo estado de salud está debilitado por padecer alguna patología crónica de alta morbilidad (insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, demencia, trastorno mental grave, insuficiencia renal, obesidad excesiva, hipertensión arterial o diabetes mellitus) o que tomen un medicamento que pueda influir en la adaptación del organismo al calor (psicotropos, antidepresivos, hipotensores y diuréticos), a lo que se suma en muchos casos que estas personas no disponen de condiciones de habitabilidad adecuadas en sus viviendas para protegerse del calor.

La edad media de estos pacientes es de 72 años y de los que el 46% eran mujeres y el 54% hombres.

Su seguimiento permite identificar las situaciones y problemas del paciente e interconectar a las enfermeras gestoras de casos, enfermeras de familia y profesionales de Salud Responde, así como poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas.

Igualmente, también se remiten instrucciones y recomendaciones a profesionales de los centros residenciales dependientes de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, que reciben información sobre el uso y conservación de medicamentos, medidas preventivas y protocolos de actuación ante la aparición de sintomatología relacionada con el calor.

Asimismo, casi 204.000 usuarios -a nivel andaluz- del Servicio de Teleasistencia tendrán acceso a la información y recomendaciones sobre el calor. El pasado verano, desde este servicio se realizaron 143.915 llamadas de control y seguimiento.

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