Diario de un 'despistao'

La guerra de coplas baja el pistón, se aprietan los dientes

La guerra de coplas baja el pistón, se aprietan los dientes

La guerra de coplas baja el pistón, se aprietan los dientes

Antes de proseguir con mis pamplinas quiero rectificar o aclarar lo ocurrido en la última línea de mi crítica a la agrupación de la Colombina de flow en flow. Ayer cuando leí la crítica fui el primero que se quedó sorprendido, ya que nada más lejos de mi intención fue el meter lo del grillo, para que me entendáis. Así se lo hice saber a Paco Pillin y le expliqué cómo es la realización de mis artículos. El vio que en mis notas nunca aparece esa frase y que debido a la métrica del artículo se coló de alguna agrupación de otros años. La verdad que si me caracterizo por algo es por ser muy claro, por decir lo que pienso, guste o no guste, pero al César lo que es del César y esa frasecita no correspondía a ese grupo, así que entono el mea culpa y pido disculpas a la agrupación, y ¡ojo! que si le hubiera tenido que decir eso, lo hubiera dicho sin lugar a dudas, pero como no es el caso ahí lo lleváis, chavales.

Dicho esto que debía y tenía que decir, qué trabajó le cuesta a la gente pasarse un domingo por el Gran Teatro. Es sin lugar a dudas el peor día para que los grupos hagan suyo el concurso, normalmente el concurso coloca en este día a grupos que si bien no tienen mucha repercusión, tampoco llevan a los suyos con ellos. Los domingos hacen que el concurso baje el pistón, pero no sólo en preliminares, lo veremos en semifinales, es así. Grupos casi todos de la provincia de Sevilla hacen que la sala presente un aspecto desolador.

Para los grupos es muy difícil cantar en esas condiciones, ya que si el ambiente es frío y encima cuando se abre el telón ve a un poco más de gente que en un ensayo diario es normal que se te caiga el mundo a tus pies. Después si eres de los "buenos" y tienes tablas lograrás sobreponerte, pero si es la primera vez que concursas y no tienes esa experiencia, todo se te hace cuesta arriba. Por eso el apoyo de los seguidores es muy importante, hacen que la agrupación no se sienta sola en ningún momento, pero cuando no vienen ni las novias entonces es mejor que digas que se te ha puesto malo el guitarra.

Lo que he notado año tras año es que la Carpa del Pati siempre presenta un aspecto magnífico, a ellos les da igual el día, siempre tienen a sus carpillitas, eso sí, este año la cosa debe de estar más tranquilita pues Juan está viendo a un montón de grupos, y digo esto porque se sienta a mi lado. Él sabe qué grupo se puede escuchar y con cuáles hay que seguir poniendo lomitos en la carpa.

En el descanso los corrillos que se hacen dentro del teatro son de época, carnavaleros de muchísimos años intentando arreglar la fiesta. Esos son los debates interesantes, donde nadie mira por nadie, sólo por el interés general, eso sería impensable trasladarlo a las reuniones de la Fopac, donde los intereses de algunos chocan con los de otros y ya tenemos el lío formado. De esos debates salen magníficas ideas que luego no pueden se llevadas a la práctica por los intereses creados.

El día al final estuvo interesante por culpa de dos grandes comparsa, La sastrería y El pueblo llano, véanlas, no se arrepentirán.

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