Huelva de ayer a hoy

De los guardias urbanos a los semáforos

  • Llegaron a Huelva en 1969 con el fin de poner un poco de orden en unas calles, en las que cada vez circulaban más coches y había que proteger al peatón

Un guardia urbano dirigiendo el tráfico en la avenida de Italia, junto a Correos.

Un guardia urbano dirigiendo el tráfico en la avenida de Italia, junto a Correos. / Rodri Fotógrafos

"El Punto, lugar crucial para la intensa circulación de vehículos, estrena semáforos”. Esta es una noticia del diario Odiel que cumple cincuenta años.

Suponía la llegada de más modernidad para la ciudad que iba despertando y que en este entorno ya se encontraba las nuevas torres de “colosales edificaciones que proclaman el crecimiento de la nueva Huelva”.

Se elogiaba la llegada del “moderno aparato que regula y que tanto ha de suponer en aquel lugar como, en lo sucesivo, ocurrirá en otros sitios estratégicos de la ciudad”.

La necesidad era regular el tráfico y hacerlo más fluido a la vez que para proteger al peatón frente a los vehículos. Así llegaba “el amplio plan de señalizaciones luminosas de tráfico”. Sin duda, toda una revolución que comenzaba “en la avenida López Muñoz, en dirección al Punto por la carretera de Sevilla y Alameda Sundheim. Desde el Punto, seguirá por toda la avenida de Italia hasta la plaza del 12 de Octubre”. Lo que se vería completado con los semáforos en la Gran Vía, Plaza de las Monjas y La Placeta.

Los agentes de la Policía Local dejaban la función de ordenación del tráfico en los lugares siempre de más trasiego de personas, como era en el mercado, Correos, plaza de las Monjas o La Placeta. Sólo se esperaba de la buena urbanidad de los conductores para que respetaran los semáforos, algo en lo que también hay que incidir hoy día.

Ordenando el tráfico

Las fotografías son bastante elocuente de lo que era el tráfico en nuestra ciudad en los años sesenta, cuando el número de vehículos iba creciendo conforme a un mejor nivel de vida en la sociedad española. Así, en nuestra ciudad se veían a los guardías urbano dirigiendo el tráfico en punto estratégicos y en situaciones de todo tipo. La fotografía de Rodri es bastante ilustrativa de ello. Un agente con botas de agua y gabardina, protegido con su casco blanco, en pleno charco de agua dirigiendo el tráfico.

Junto a Correos

Había pasos de peatones con bastante trasiego.Uno de ellos en los años sesenta, era el que se encontraba en la avenida de Italia, junto a Correos. No solo era un público de estas oficinas, sino también de quienes venían de la zona de los saladeros de la Pescadería o iban al Mercado del Carmen. El motorista espera el paso de los peatones junto al guardía urbano; se puede ver el letrero de las Bodegas Alcayde.

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