Sábado de colombinas

Las fiestas de las cofradías

  • Las hermandades onubenses hacen caja en las Colombinas Los voluntarios llevan adelante sus casetas.

EL viento frío, insólito invitado en las presentes Colombinas, se debatía en una carrera a muerte contra el calor que desprendía el tumulto que taponaba la calle principal que nace en la portada y desemboca en el concierto junto a la ría. La sensación térmica en las casetas, sin embargo, era destemplada en la madrugada del sábado.

Algunas más jóvenes, otras más longevas, las hermandades de Huelva llevan vistiendo en sus casetas a las Colombinas desde hace más de veinte años y son la base de la fiesta para jóvenes y adultos. Los voluntarios trabajan a destajo y se vuelcan con sus respectivas familias en el esfuerzo de cumplir el trámite festivo. Canciones tradicionales del folclore español y andaluz se mezclaban en la noche de ayer con los acordes de las bandas que en la Semana Santa marcan las procesiones de sus respectivos  pasos por las calles de Huelva. En ellas también es indiscutible la presencia de los sabores habituales de la gastronomía onubense para comenzar con buen sabor de boca la noche. Langostinos, gambas, coquinas o jamón de jabugo deleitaban los paladares más hambrientos mientras la sed corría a cargo de las jarras de sangría, rebujito y los vasos de cerveza.

En estos años de crisis, a pesar de que Rajoy trate de epilogarlos, los hermanos mayores coinciden en que la situación es tan complicada que los beneficios que obtienen no compensan todo el trabajo desempeñado. El ejemplo que  nos ofrecía Juan José Cháves, nuevo hermano mayor de la recién renovada junta de la Sagrada Cena, evidenciaba la apretada coyuntura en la que se encuentran, ya que pretenden destinar los fondos de las fiestas  para los gastos propios de la cofradía y obras de caridad, "particularmente ahora estamos centrados en el proyecto del nuevo paso del Cristo", explicó, lamentando que "si la mitad de los voluntarios que están aquí cobraran un salario por el trabajo que hacen, no podríamos afrontar nuestros objetivos".

La Hermandad de los Mutilados y de la Esperanza esperaban impacientes que el hambre y la voracidad festiva de los onubenses vencieran la extraña climatología que viene mermando la asistencia a sus mesas en estos días.

El ambiente, aún así, no era para nada frío en las terrazas de La Peña de Huelva, las Tres Caídas o La Victoria, donde la afluencia rompía la mala racha que venía asolando a las fiestas en su arranque. Unos lo achacaban a las bajas temperaturas, otros a la situación económica de las familias que llegan asfixiadas a fin de mes, y entre la incertidumbre surgía una certeza: las calles estaban repletas de gente. El resultado en el ecuador estival durante la segunda velada del mes de agosto resultaba más alentador para los hermanos mayores de las diferentes cofradías, quienes esperan cerrar a contrarreloj las jornadas festivas haciendo una buena caja.

Una situación similar se respiraba en las zonas más fiesteras. Entre copas se escuchaba acento portugués en la Caseta Do Brasil, en la que dos españoles y cuatro brasileñas repartían macetas  llenas de alcohol a un ritmo superior al que marcaba la música. Ellos lo tienen claro, están allí para hacer su agosto particular, aprovechando el epicentro del ocio de la ciudad en los primeros días del mes.

Los miembros de la Federación Onubense de Peñas y Asociaciones del Carnaval tampoco encuentran motivos para coincidir con aquellos que lamentan la baja afluencia excusándola en el frío o la crisis. La caseta de la Fopac completaba en la noche de ayer el aforo con "todo tipo de público que viene a pasárselo en grande", aseguraba orgulloso El Pati.

La noche de ayer estuvo marcada por los rejuvenecidos aires de nostalgia que el Dúo Dinámico regalaron a los presentes en el escenario de Música junto a la Ría. Los incansables Manuel de la Calva y Ramón Arcusa ofrecieron un popurrí con su mejor repertorio, tan amplio como reconocido por sus incondicionales seguidores, de todas las edades. El mejor regalo para el deleite de mayores y la diversión de jóvenes.

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