Gonzalo García, presidente del Colegio de Enfermería

Gonzalo García: “La feminización de la profesión de enfermería es positiva para los sistemas de salud del mundo”

  • El presidente del Colegio onubense subraya el compromiso de estas profesionales en su lucha en los trágicos momentos actuales, contra la epidemia del Covid-19

Gonzalo García, en la sede del Colegio onubense.

Gonzalo García, en la sede del Colegio onubense. / H.I. (huelva)

–¿Piensa que la actual pandemia va a suponer una revalorización social de las enfermeras?

–Indudablemente la actual crisis que ha desatado esta epidemia, va a suponer que la ciudadanía vea con otros ojos la profesión enfermera. Sin embargo y aunque nos agrade que se visualice esta profesión, nos duele al mismo tiempo que esta visualización de la enfermería venga como consecuencia de esta terrible pandemia que tantas muertes y angustia está causando en nuestra población.

–¿Considera que es una profesión sanitaria infravalorada?

–La enfermería se enfrenta diariamente a cuidar a enfermos con infecciones víricas o bacterianas, y hablo de hepatitis, tuberculosis ,meningitis, malaria, paludismo, etcétera. Enfermos contagiosos que siempre cuidamos con la máxima profesionalidad. En Huelva hemos tenido muchos casos de contagio de enfermeras, algunos que han acabado con la vida del profesional. Yo mismo sufrí un contagio de una grave enfermedad pulmonar. También es bueno recordar, que este año 2020 ha sido declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como el Año de las Enfermeras y habían sido previstos una serie de actos con el objetivo de visualizar el trabajo enfermero, al tiempo que realizar un llamamiento a los gobiernos ante la escasez mundial de nuevos titulados.

–Entiendo que no es fácil llegar a enfermera.

–La formación de un profesional no se improvisa. Después de las enseñanzas medias solo los mejores estudiantes tienen la oportunidad de poder cursar el Grado de Enfermería (4 años de estudios universitarios). Hacer una especialización supone 2 años más. Por supuesto, hay que hacer máster y Expertos Universitarios y cada vez más se opta por hacer un doctorado. A esto hay que sumar que durante toda la vida profesional se necesita un reciclaje continuo de los equipos, las técnicas, etcétera, ya que los nuevos descubrimientos cambian rápidamente y hay que estar adaptado para ofrecer al ciudadano el mejor cuidado. A cambio de esto, nos ofrecen contratos miserables, trabajo a turno, bajos sueldos y poco reconocimiento social.

-¿Cómo están viviendo estas profesionales la situación actual?

–La pandemia se vive con preocupación sobre todo para nuestras familias. Muchas enfermeras han optado por aislarse cuando salen del trabajo en una habitación de la casa, en casas de campo, playa, etcétera. Sin embargo, cuando se va al hospital, al centro de salud o a una residencia, se olvida todo y solo se piensa en cómo cuidar mejor a nuestros ciudadanos.

–¿Qué le transmiten ellas? ¿Y usted a ellas?

–La falta de equipos de protección individual (EPI) ha sido notoria y preocupante y la población ha visto y valorado que a riesgo de su propia vida, las enfermeras, sus enfermeras, están a pie de cama en todo momento. Los más de 22.000 sanitarios contagiados es la prueba más palpable de que este país cuenta con magníficos profesionales a los que tendrá que empezar a valorar. Parece que los equipos de protección por fin están llegando, no en las cantidades deseables, pero la angustia de la falta de estos, está mejorando. Cuando acabe todo esto, será el momento de pedir cuentas por la imprevisión, la inoperancia, la gestión, etcétera. Desde el Consejo Andaluz de Enfermería ya se ha presentado ante los tribunales denuncia por la vulneración del Estatuto de los Trabajadores y la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

–¿La gran cantidad de bajas por contagio puede acarrear algún problema para lograr más enfermeras?

–El problema principal no es ese. El número de estudiantes de Enfermería tiene una limitación de alumnos matriculados por año. En cualquier caso, Andalucía en particular y España en general, tiene una ratio enfermera bajísima de 3,5 enfermeras por cada 1.000 habitantes. La media de Europa es 7 y los países desarrollados están por encima de 15.

Esta ratio tan baja hace que haya profesionales parados, que solo trabajan unos meses al año y muchos optan por marcharse a otros países como Reino Unido, Francia, Alemania o Noruega donde las reciben con los brazos abiertos, ya que son profesionales muy bien formados. Nosotros pagamos una cara formación universitaria que aprovechan otros países. Les ofrecen mejores sueldos, mas reconocimiento social y mejores condiciones de trabajo. En los últimos años más de 400 enfermeras han hecho las maletas para irse fuera de Huelva. Incluso durante esta crisis del coronavirus, algunas han optado por marcharse a otras autonomías como la Comunidad de Madrid porque allí les ofrecen mejores condiciones laborales.

–Supongo que en Huelva hay más enfermeras hospitalarias que en Atención Primaria. ¿Ellas eligen preferentemente los hospitales para realizar su actividad? Si es así, ¿alguna especialidad en concreto?

–Indudablemente, la Enfermería Hospitalaria es más numerosa que la de Atención Primaria. Cuando se trabaja por contrato, vas adonde te ofrezcan. Cuando ya se tiene plaza en los concursos de traslados y según baremo y currículo puedes optar a alguna de las dos modalidades, y en esto hay gusto para todos. De todos modos, hay pocas plazas de especialización en Huelva, estando a la cola de Andalucía, y una vez cursada, no se convocan plazas de especialistas, con lo que al final el titulo solo le sirve para un mejor currículo y para que el servicio de salud tenga durante dos años mano de obra barata, pues les pagan en torno a 800 euros durante su etapa formativa haciendo un turno completo de trabajo.

–¿Qué especialidades serían necesarias que se plantearan después de que por ejemplo, se aprobara la de Salud Mental?

–En el tema de las especialidades, tenemos uno de los caballos de batalla del Colegio. Se regula por el decreto de 450/2005 y se desarrolla por el decreto 183/2008 estableciendo siete especialidades. Algunas se empezaron a desarrollar pronto como la de Matrona, y posteriormente, Salud Mental, Trabajo, Pediatría, Familiar y Comunitaria y Médico-Quirúrgica, esta ultima aun sin desarrollar. Estas especialidades se cursan por el sistema EIR (Enfermera Interna Residente), con una duración de dos años que combinan teoría y práctica.

–Volviendo al tema de la pandemia de coronavirus que actualmente estamos pasando, ¿piensa que anímicamente se recuperarán pronto cuando haya acabado la pandemia tras el esfuerzo que están realizando?

–Cuando acabemos esta crisis muchos profesionales que están en una situación compleja se vendrán abajo y prevemos ofrecer ayuda especializada para superar ese momento para ello. Estamos en contacto con especialistas para realizar grupos de terapia.

–¿Hay buena relación profesional con los médicos y otros profesionales sanitarios?

–Con el resto de las profesiones sanitarias se mantiene un buen ambiente de trabajo, nuestros cuidados requieren un buen equipo, que es fundamental para que todo funcione. Lógicamente, a veces hay roces o diferencias de criterios pero todo se soluciona con dialogo. Por otro lado, las profesiones sanitarias están siendo ocupadas mayoritariamente por mujeres. En enfermería, alrededor del 85% y en medicina, cerca del 80 %, por tanto aquello de médico y enfermera ya no se da, Ahora se da más bien médica y enfermera. Los hombres somos pocos y sin duda la feminización de la salud está siendo positiva para los sistemas de salud del mundo.

–¿Cómo está la situación en la sanidad privada?

–La sanidad privada en Huelva es residual y en principio no ofrece muchas expectativas. No llega a representar más del 5 % del total de la oferta, pero en los últimos años hemos visto un crecimiento que curiosamente viene de la mano de enfermeros emprendedores tanto del Hospital Costa de la Luz como del Centro de Especialidades Clínica del Carmen.

–¿Cómo ha visto la evolución de la profesión en las últimas décadas?

–La profesión enfermera, es sin duda una de las más antiguas de las profesiones. El arte de los cuidados confinados en los monasterios para posteriormente secularizarse y pasar por los cirujanos barberos, sangradores, practicantes, ATS diplomados en Enfermería y Grado de Enfermería. Con los acuerdos de Bolonia en 1999, que posibilitan un espacio europeo de educación superior (EEES), entramos en la mayoría de edad de la profesión.

El título de grado nos permite primero, estar en las mismas condiciones de partida que cualquier otra profesión universitaria; segundo, nos permite acceder al tercer ciclo de educación universitaria, es decir, podemos realizar los cursos de doctorado y en tercer lugar, nos permite validar los proyectos de investigación. Esto último es muy importante para nosotros. Curiosamente los grupos de investigación de enfermeras, de los que en varias ocasiones he formado parte, realizábamos los proyectos de investigación, siendo necesario buscar un doctor para que encabezara el proyecto. Hoy en día hay cientos de enfermeras doctoras y los proyectos de investigación se cuentan por miles.

–¿Qué servicios y asesoramiento les ofrece el Colegio de Enfermería a estas profesionales?

–En relación al Colegio Profesional, hay primero que aclarar que esto no es un invento de España. Los hay con uno u otro nombre en todos los países desarrollados y en algunos países son entidades con gran reconocimiento social como son los casos de Reino Unido, Estados Unidos, Canadá o Australia. En España están recogidos en la Constitución y están regulados por leyes tanto autonómicas como estatales y europeas. Su misión principal es la defensa de la sociedad, la defensa del ciudadano y para ello obliga a todos los profesionales a estar agrupados en el Colegio, donde se registran sus títulos profesionales, sus especialidades u otras titulaciones.

Hay un registro de su ejercicio profesional a disposición del ciudadano que lo requiera, están obligados a guardar un código deontológico, con sanciones ante su incumplimiento, llegándose incluso a poder apartarlo del ejercicio profesional. El Colegio dispone, como obliga la ley, a tener un seguro de Responsabilidad Civil (el nuestro de 3.500.000 de euros), para que el ciudadano tenga la garantía de reparación del daño que se pudiese causar. Al mismo tiempo, las enfermeras disponen de un servicio de Asesoría Jurídica al cual pueden acudir para realizar todas las consultas y reclamaciones relacionadas con el ejercicio profesional.

–Ustedes son también objeto de las agresiones al personal sanitario.

–Precisamente en Huelva somos un referente en el problema de que tenemos con las agresiones, donde nuestra asesoría atiende al 95% de toda la casuística provincial así como miles de reclamaciones anuales. Disponemos también de un potente proyecto formativo, pasando por nuestras aulas una media de 1.500 enfermeras anualmente. Que el ciudadano no dude en recurrir al Colegio puesto que estamos a su servicio.

–¿Qué objetivos y reivindicaciones tiene el Colegio de Enfermería onubense?

–En cuanto a nuestras reivindicaciones, de alguna forma ya han sido expuestas, pero haciendo un resumen por orden de importancia estaría la mejora de la ratio para permitirnos ofrecer unos mejores cuidados. A su vez, el desarrollo de todas las especialidades, la contratación real de especialistas que igualmente redundaría en beneficio del ciudadano. Por último, sentirnos más queridos y valorados en nuestro trabajo. Cuando pase la pandemia, que se acuerden de quién se jugó la vida por cuidarlos.

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