Informe DAFO

Un estudio muestra la realidad diocesana de Huelva

  • El obispo Santiago Gómez destaca la importancia de este análisis para “que nos lleve a seguir poniendo en marcha el programa de Dios, que sigue planteando nuevos retos”

Cultos en la parroquia mayor de San Pedro de Huelva.

Cultos en la parroquia mayor de San Pedro de Huelva. / alberto dominguez

El obispo de Huelva, Santiago Gómez, cuenta ya con un análisis del estado en el que se encuentra la Diócesis de Huelva. Una forma más de acercarse a la realidad a la que ha llegado y en la que pronto llevará un año desde su toma de posesión.

Cerrado el ciclo del Plan de Evangelización de su antecesor José Vilaplana Blasco, el nuevo prelado traza otras líneas de trabajo como las que se han visto en el hecho de la organización por vicarías territoriales.Un tiempo de cambios y de desafíos. Desde el propio Obispado se entiende que ahora se necesita activar procesos que, en continuidad con el camino ya transitado, contagien un nuevo ardor en los miembros de la Iglesia diocesana para seguir llevando adelante la tarea de la Evangelización.

Santiago Gómez, en declaraciones a Huelva Información, agradece “el esfuerzo y la generosidad de cuantos han respondido a esta petición que como obispo les hacía al comienzo del curso”. Al mismo tiempo que resalta que “han sido muchos los que, en estas condiciones de pandemia, dedicaron el tiempo a reflexionar y dialogar con miembros de los distintos grupos eclesiales sobre las debilidades y fortalezas de nuestra Iglesia de Huelva y sobre las amenazas y oportunidades que en este tiempo y esta provincia hemos de contemplar para seguir respondiendo con fidelidad al envío misionero del Señor”.

Contestaron sacerdotes, religiosos, laicos, delegaciones, secretariados y parroquias

El cuanto a los resultados y conclusiones, Santiago Gómez señala que “cuando se realiza un análisis de este tipo lo interesante no es quedarnos en la reflexión o discutir qué aportaciones son más o menos acertadas, sino saber destilar qué está suscitando el Espíritu Santo en el conjunto y, sobre todo, saber aterrizar en acciones operativas que nos lleven a seguir poniendo en marcha el programa de Dios que, siendo el mismo siempre -porque es Cristo mismo, exige afrontar nuevos retos”.

Para poner en marcha este nuevo tiempo, el obispo propuso, al comienzo del curso pastoral 2020-2021, la realización de un análisis de la realidad social y eclesial de la diócesis según el modelo para organizaciones conocido como DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades). Con la intención de que hubiera el máximo número de intervinientes, la propuesta se extendió a los sacerdotes, diáconos, religiosas y laicos, a las delegaciones, secretariados, parroquias y otras realidades presentes en nuestra Iglesia, creando un clima de corresponsabilidad misionera, de manera que todos entendieran que cada comunidad eclesial y cada familia cristiana es responsable del anuncio misionero del Evangelio en nuestra ciudad, pueblo o barrio.

La primera fase de este análisis se ponía en marcha a mediados del mes de octubre de 2020. En ella, se pedía al mayor número de personas posible, que realizaran su particular análisis sobre los factores internos (debilidades y fortalezas) y factores externos (amenazas y oportunidades) a fin de reconocer, por un lado, todos aquellos elementos, recursos, habilidades y actitudes existentes y que constituyen barreras para lograr el buen funcionamiento de la Iglesia en razón de sus fines y, por otro lado, descubrir todos esos puntos fuertes que favorecen la misión: recursos, personal, medios, atractivo, estructura interna, organización, etc. En un primer plazo se solicitó que las respuestas fueran remitidas antes de final de año, plazo que se amplió hasta el 27 de marzo de 2021.

En esta primera fase intervinieron un total de 65 grupos: 6 arciprestazgos, 22 parroquias, 4 instituciones, 7 delegaciones, 8 secretariados y 18 movimientos y comunidades eclesiales. Desde el Obispado se indica de que se trata de una muestra suficientemente significativa y representativa de la Iglesia de Huelva. Detrás de estos grupos hay numerosos fieles que se han tomado en serio esta invitación del obispo, dedicando tiempo y esfuerzo a responder desde un verdadero sentido de corresponsabilidad.

Como resultado de la suma de muchas intervenciones, este análisis ofrece, en su conjunto, una panorámica general de la realidad social y eclesial en la Diócesis de Huelva. Incluye, además, un apartado con todas las alusiones a la coyuntura actual provocada por la pandemia de la Covid-19. La particularidad de esta situación y las enseñanzas que de ella se pueden desprender ayudarán sin duda a ajustar más y mejor nuestra misión decisión.

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