La Sala de Juntas del Campus de La Merced de la Universidad de Huelva amanecía con un aspecto que distaba mucho de ser el habitual. Las finanzas, la contabilidad o la economía abrían hueco para dejar paso a la nueva asignatura de la facultad. La misma ganaba adeptos entre los estudiantes conforme se sucedía la mañana y estaba impartida por un equipo de enfermeros que sustituían los pupitres por camillas. Dentro de este espacio se alojaba el Centro de Transfusión, Tejidos y Células para recibir a los alumnos que querían depositar su solidaridad a través de la sangre.

Esta sesión de donación se suma a la que se produjo el pasado 19 de noviembre en el Campus del Carmen, que volverá a acoger una nueva jornada de recogida de sangre durante el día de mañana. Ante el éxito obtenido la pasada semana con la captación de 21 nuevos donantes, es palpable “el importante peso de la población universitaria para esta iniciativa”, según ha resaltado la delegada territorial de Salud y Familias de la Junta en Huelva, Manuela Caro.

La campaña en la que el Centro de Transfusión toma como protagonistas a los universitarios se repite desde hace más de cinco años y comprende cinco medias jornadas de donación por curso. En este sentido, las mismas se caracterizan por instalarse en períodos donde los exámenes no impiden a los estudiantes disponer de tiempo para convertirse en donantes. Las múltiples visitas del centro obedecen, en palabras de Caro, a la “salud ideal” de la que gozan los universitarios, en tanto que “la mayoría carece de patologías que supongan un inconveniente para formar parte de la iniciativa.

Esta campaña se enmarca dentro de todo el recorrido que realiza el Centro de Transfusión por los municipios costeros y de la Sierra onubense para hacer frente a la reserva de sangre que, por el momento, “está bien cubierta”, tal y como ha reflejado la coordinadora de Donantes del Centro de Transfusión, Tejidos y Células, Raquel Muñiz. Para sustentar las necesidades de los tres hospitales son necesarias 85 donaciones diarias y los buenos resultados vienen dados por la alta taso de donantes, que el pasado año se situó en 37 de cada 1.000 habitantes.

En relación a las personas que ceden su sangre, Muñiz ha sostenido que “los universitarios conforman un gran porcentaje, que se erigen como el relevo de los donantes habituales”.

Con objeto de hacer un llamamiento a los mismos, la Universidad plantea una campaña de difusión que informa acerca de la instalación de camillas en un determinado espacio de la facultad para acometer esta iniciativa. Asimismo, se recuerda también los principales requisitos para ser donante, entre los que figuran un peso superior a los 50 kilos, no haber practicado ejercicio antes de donar y tener el estómago lleno. Una vez que se realiza la donación, se prohíbe a los mismos fumar, beber y hacer deporte.

Otro de los aspectos que recalcaba Raquel Muñiz era la necesidad de sangre de los grupos A+ y 0+, si bien es cierto que “todos los grupos son necesarios, porque siempre necesitamos de reservas”.

Además de Muñiz y Manuela Caro, revisaba el proceso el Vicerrector de Planificación Estratégica, Calidad e Igualdad, Juan A. Márquez, quien ha asegurado que la Universidad tiene en su plan estratégico como línea prioritaria “la solidaridad y el cuidado de las personas”. De esta manera, la donación responde a esta premisa, por lo que “nos vemos obligados a incentivarla entre los estudiantes”.