La dependencia de la agricultura ha pasado factura en junio a la provincia de Huelva. El fin de la campaña agrícola de los frutos rojos se ha traducido en un notable aumento del desempleo. Tanto como para ser la única provincia española, junto a Vizcaya, en la que sube el paro. A contracorriente de la tendencia general. Y con intensidad: casi un 8,24% de aumento frente al testimonial 0,53% de la provincia vizcaína.

Este mes de junio debía suponer un respiro para el empleo, por el despegue del sector servicios a las puertas del verano y en plena desescalada de restricciones en la hostelería y el turismo. Así ha sido en la mayoría de provincias españolas, incluso en las que el turismo no tiene un peso tan importante como el de las costeras o del sur. En Huelva, de hecho, se han recortado las cifras de desempleo asociado al sector terciario, precisamente por ese progresivo despertar que mira con esperanza a la campaña estival. Pero el campo, esta vez, ha pesado demasiado. Lo suficiente para que el parón registrado en la actividad haya neutralizado los números favorables en el resto de sectores.

La estacionalidad es un problema para el empleo en Huelva, al condicionar su fluctuación a la actividad agrícola. Como ocurre con el trabajo generado por el turismo, limitado, básicamente, en la provincia a los periodos estivales. La esperanza está puesta en este mes de julio, también con el inicio de las rebajas en el comercio, y con el esperado despegue de la hostelería en los núcleos de playa, a la par que la llegada de visitantes foráneos, a los que se encomienda ahora la economía local.

Los datos publicados ayer por el Ministerio de Trabajo y Economía Social reflejan que hay inscritas en las oficinas del SAE onubenses 55.856 personas, que son 4.251 más que las registradas en mayo, un 8,24% de avance. Toda una salida de tono respecto al descenso que ha sido la tónica general en el país. Lo de Vizcaya, técnicamente, casi habría que considerarla una variación neutra en cuanto a números generales: 371 parados más.

Otra cosa, y hay que anotarlo, es la tendencia anual, en la que no se escapa Huelva de ese recorte generalizado también en España. Es cierto que esa comparativa con 2020 queda condicionada por el fuerte descenso de la actividad que supuso también en gran medida la pandemia en plena temporada de sol y playa, pero bien vale ese descenso del 7,96% para la provincia onubense: 4.833 parados menos que en junio del pasado año.

En el caso actual, ese análisis por sectores es totalmente revelador. Son 1.613 parados menos los que hay adscritos al sector servicios; buen número aunque insuficiente para hacer frente a 6.627 incorporados en la agricultura. Y aunque sea en menor medida, la disminución del desempleo en la industria (65 parados menos), la construcción (-182) y el colectivo sin empleo anterior (-156), han sumado algo aunque tampoco no en la medida deseable. Habrá que esperar a que algunos proyectos inmobiliarios y de obra pública esperados para los próximos meses puedan tener reflejo en este apartado en próximos informes del Ministerio de Trabajo.

Contratación pobre

La contratación ha ido pareja también en junio a estos datos generales de empleo en la provincia de Huelva. También se ha registrado un descenso en la provincia, con 33.050 contratos firmados que suponen 5.132 menos que en mayo, pero, al mismo tiempo, 7.617 más que en el mismo mes del año pasado, casi un tercio más (29,95%).

Igualmente la contratación de duración indefinida ha caído más que la temporal, por lo que la calidad del empleo onubense sigue siendo muy pobre, con una temporalidad del 96,55%, sólo superada en España por Jaén (97,19%).

El comportamiento de la afiliación a la Seguridad Social en junio ha sido parejo en Huelva al número de parados. La destrucción de empleo ha afectado a 21.773 afiliados (-8,48%) en el mes, aunque de nuevo la comparativa interanual deja un respiro a la provincia, con 18.657 afiliados más que en junio de 2020, un 8,62%.