Huelva

La estación con más historia

  • lEl yacimiento expoliado en el seminario acabó de relleno para la estación

  • Tan cerca del Museo, en la nueva rotonda bien podía ubicarse la reproducción a gran escala de los ídolos

Es una estación nueva, tanto que la acabamos de estrenar. Está ubicada en uno de los lugares históricos de la ciudad, cerca del Matadero, en Las Metas y en la zona de marismas. Sin embargo, lo que no podemos olvidar es que el expolio del yacimiento del Seminario-La Orden la convirtió en la que tiene más historia, pues la tierra extraída se trajo hasta aquí para el relleno necesario de la nueva estación al estar en una zona de marismas.

Es fácil pensar que aquellos restos arqueológicos que presumiblemente tendrían más de cinco mil años, quedaron esparcidos en este lugar que alberga un nuevo proyecto de futuro como es la estación de trenes, que dicen de la alta velocidad. Esto del relleno, sin duda, le da de alguna forma lo que podíamos decir un valor añadido, pues aquí debieron quedar esparcidas, trituradas o simplemente enterradas aquellas piezas que nunca podremos saber cómo eran.

De la indeminziación que se pide bien se debía destinar parte al monumento

Al menos la nueva estación es una oportunidad para no olvidar lo que ocurrió en el yacimiento del Seminario-La Orden, donde más allá de la irreparable pérdida de lo que se supone debieron guardar los cabezos -como se encontró en parcelas colindantes-, hay que poner en valor lo que supuso de sensibilización para los onubenses hacia el patrimonio histórico de la ciudad.

De aquel atentado contra nuestro patrimonio han pasado dos años y en estos últimos días se acaba de conocer lo que la Fiscalía pide por aquel estropicio histórico. Lo que viene a coincidir también con la apertura de la nueva estación, cuya obra recepcionó aquella tierra.

La Fiscalía pide para cuatro personas, dos de la propietaria de la parcela y otras dos de la empresa que realizó los movimientos de tierra, dos años y tres meses de prisión y el pago de 867.000 euros a la Consejería de Cultura de la Junta. Nadie sabe lo que ahí podría haberse encontrado, pero esta es la valoración pericial realizada por arqueólogos de la Universidad de Huelva.

Aquel titular publicado en Huelva Información el 16 de enero de 2016 no dejaba duda alguna de la gravedad del asunto y el hecho de que allí se había cometido un atentado contra nuestro patrimonio: "Destruyen el yacimiento de La Orden para el relleno de la estación del AVE".

Era tan contundente como el gran agujero que allí había provocado la extracción de tierra, con cerca de cinco metros en algunas zonas.

Sin embargo, aquello hasta el momento que se publica en este periódico no había llamado la atención a nadie. Maquinarias arriba y abajo, camiones, excavadoras... Gracias a un vecino que se percató cuando ya el daño estaba hecho, se pudo dar la alarma. Si no, quizás todo hubiese quedado en un cajón, porque tan evidente era el daño que nadie lo vio ni reparó en nada. El siempre atento Diego González Batanero es a quien recurren, porque es quien mejor conocía la zona pues la había investigado, y su equipo encontró la colección de ídolos de los que ahora tantos están tan orgullosos.

La publicación en nuestro periódico hace saltar la alarma de la sociedad, que dormida tantas veces, reacciona enérgica a nuestra denuncia. Todo se hace, por fin, público.

El desinterés por esta zona resultó que era de todos, pues en años anteriores ya se habían producido desbroces supuestamente controlados y ordenados por el Ayuntamiento en prevención de los fuegos del verano, pero que en el fondo también habían producido sus daños.

Es la sensibilización desatada en tantos ciudadanos lo que importa, que despertaron ante tanta indignación. Es la ciudad que presume de su arqueología, de su historia más antigua, de Tartesos y ahora de estos dioses de marfil que nos miran, como aquellos otros que pudieron quedar enterrados bajo las traviesas de la nueva estación.

Así que cada vez que algún onubense se acerque por la nueva estación, se acordará más allá de lo que supuso como reivindicación de la ciudad el expolio del Yacimiento el Seminario-La Orden, que estos dioses que nos miran se han convertido de alguna forma en referente reivindicativo de nuestra ciudad. Estos ídolos oculados ya están realizando sus primeros viajes expositivos y el pasado mes de septiembre estuvieron en el Museo Arqueológico Nacional en una exposición conmemorativa del 150 aniversario de aquella institución: El Poder del Pasado. Así que ya los ídolos comienzan a ser valorados fuera de Huelva e inician sus excursiones hasta el momento reservadas a las piezas tartésicas.

La rotondas vacías junto a la estación nueva son una oportunidad para monumentalizar estos ídolos. Que en medio de estas sean junto al recuerdo de que no debemos dejar mirar a nuestra historia y no hacia un lado, un elemento que enganche a pie de andén y hablen de la importancia arqueológica de nuestra ciudad, que se convierta en una invitación a reconocer nuestra historia, que muy cerca tiene el Museo Provincial de Bellas Artes. Es una idea recogida de la zona del Aljarafe sevillano, donde están tan orgullosos como nosotros de su historia que igualmente entronca con Tartessos, donde hay rotondas en las que se reproducen a gran escala ídolos diferentes de época prehistórica. La indemnización que se pide es de 867.000 euros, de los que se podía destinar algo a este monumento, no vaya a que Cultura lo destine a otras provincias. Y esto sin olvidarnos de que el monumento de Alfonso Aramburu debería de regresar a la avenida de Cádiz, donde estaba como proa marinera.

Seguro que nuestros ídolos oculados llamarían la atención nada más bajarse del tren, es una oportunidad para promocionar Huelva y una obligación moral de quienes construyeron la estación con aquel relleno que destrozó el yacimiento arqueológico.

Los dioses nos miran.

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