La devoción mariana tiene dos momentos importantes de procesiones magnas. La primera de ellas es en 1954, con ocasión de la clausura del Año Santo Mariano y, la segunda, en 1956 por la del título de alcaldesa perpetua de la ciudad de Huelva a la Virgen de la Cinta. El 8 de diciembre de 1954 se celebra un acto sin precedentes, una gran procesión con las imágenes de las patronas de la Diócesis, presidida por la Inmaculada Concepción, que es nombrada Patrona de la Diócesis. Hay que sumar a ella que en 2004 la Hermandad de la Inmaculada organizó una procesión con los simpecados marianos.

A la salida de 1954 acudieron más de 30.000 personas a ver las imágenes de los Ángeles, de Alájar; Los Remedios, de Aljaraque; Piedras Albas de El Almendro; La Granada de Alosno; Las Angustias, de Ayamonte; Los Clarines de Beas; La Inmaculada, de Bonares; La Coronada, de Calañas; El Rosario, de Cartaya; La Esperanza, de Cumbres Mayores, La Estrella de Chucena; El Valle, de Hinojos, El Carmen, de Isla Cristina; La Bella, de Lepe; El Valle, de Manzanilla, El Rosario, de Riotinto; Montemayor, de Moguer; Del Pino, de Niebla; El Valle de La Palma del Condado; Los Milagros, de Palos; El Carmen, de Paterna del Campo; La Peña, de Puebla de Guzmán; La Cabeza, de Puerto Moral, la Asunción de Trigueros; La Blanca, de Villablanca; La Virgen de la Cinta y la Inmaculada Concepción, de Huelva. Todas las imágenes llegaron hasta la Plaza de la Merced, donde se expuso el Santísimo Sacramento y el obispo realizó la bendición. Asistieron las jóvenes con los trajes típicos de sus pueblos, así como los danzantes de Cumbres Mayores, Villablanca y La Puebla.

El otro gran acontecimiento mariano tuvo lugar el 7 de septiembre de 1956 por el nombramiento de la Virgen de la Cinta como alcaldesa de la ciudad de Huelva. Tras el acto principal se organizó una gran procesión hacia la Merced, en la que participan los pasos de las dolorosas de Huelva de los Ángeles, la Paz, Refugio, Nuestra Dolores de la Merced y María Santísima de la Amargura.