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La eliminación de los andenes deja paso al crecimiento de Huelva

  • El derribo de los muros que separaban el antiguo trazado ferroviario de la ciudad, permite abrir una zona que debe convertirse en el espacio de su expansión

Si el pasado 25 de abril los nuevos andenes de la estación de ferrocarril recibían los primeros convoyes y el 3 de mayo, Íñigo de la Serna, a la sazón ministro de Fomento, inauguraba las nuevas instalaciones, hace unas semanas le tocó el turno a las excavadoras para poder habilitar una obra que permitirá cerrar la brecha que hasta aquel entonces, estaba justificada por la existencia del propio trazado ferroviario. Primero fue el muro que impedía un acceso normalizado desde la calle Padre Laraña o la avenida Miss Whitney y ahora le toca a toda su extensión a lo largo de la avenida de Italia. El resultado, una vez finalizados unos trabajos que comenzaron hace poco más de un mes, será una nueva zona verde, con una rotonda en medio que favorecerá el tránsito y el crecimiento que se prevé de la ciudad a través del Ensanche.

Según reconoció el concejal de Urbanismo, Manuel Gómez, a Huelva Información, el proyecto se encuentra en la Junta de Compensación del Ensanche y dará lugar "a un parque ferroviario que llegará hasta la rotonda de avenida de Madrid. Además irá en esa zona una segunda rotonda que supondrá un mayor grado de permeabilidad de la ciudad hacia una zona que debe constituirse en el espacio de crecimiento de la misma". Desde el Consistorio onubense se resisten a hablar de plazos, más aún cuando se trata de unos trabajo que no controla directamente, ya que se llevan a cabo por parte del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), pero Gómez aseguró que "estamos muy encima de ellos y nos aseguran que se terminarán en breve".

En la zona se prevé una rotonda frente a la plaza del Punto para mejorar los accesosLas zonas verdes serán las protagonistas de un espacio de 26.000 metros cuadrados

A lo largo del mes de agosto se han eliminado en su totalidad los andenes que ya no tienen uso ninguno desde la apertura de la nueva estación de ferrocarriles, que dejó únicamente el que forma parte del mismo edificio de la estación antigua que permanece todavía en pie en espera del destino que le depare al edificio.

También han desaparecido todas las vías que conforman el trayecto de unos 750 metros que unen los dos edificios y que serán utilizados en otros tendidos ya que se encontraban en perfectas condiciones de uso. De la misma manera, se han retirado catenarias y todas las instalaciones del tendido eléctrico que eran utilizadas por los trenes hasta hace apenas cuatro meses.

Lo que quedará en su lugar tiene su origen en el año 2002, momento en el que se decide la posibilidad de tener una nueva estación de ferrocarriles en espera de un AVE que, 16 años después, todavía sigue siendo una aspiración de la sociedad onubense. La reurbanización de la zona que quedaría libre, se fraguó hasta el año 2009, cuando el Gobierno municipal planeó la construcción de un parque lineal a lo largo de 26.000 metros cuadrados. El primero de los proyectos se parecía al esquema seguido para urbanizar la avenida de Andalucía, con jardines de inspiración andalusí, cinco fuentes y tres albercas intermitentes construidas con ladrillo visto, pavimento de albero y adoquín rojo acabado rústico. En 2015 la demolición del viaducto de la avenida Cádiz, dio inicio al comienzo efectivo de las obras de la nueva estación de ferrocarriles. Por entonces, el proyecto se modificó con calzadas de 12 metros de ancho en el lugar que en la actualidad ocupa -de momento- el muro que separaba el trazado ferroviario de la avenida Escultora Miss Whitney, entre la gran rotonda prevista junto a la Plaza del Punto que servirá para canalizar el flujo de tráfico desde la ciudad hasta la nueva estación.

La apertura de la rotonda en el final de la calle Padre Laraña, llevada a cabo por parte del delegado del Gobierno en Andalucía Alfonso Rodríguez Gómez de Celis el pasado día 7, fue el primer paso para la reordenación efectiva de toda la zona. Ese mismo día, el alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz, señaló que "hay que seguir con el derribo del muro, el Parque del Ferrocarril y la propuesta de desarrollo del Ensanche que es una oportunidad única para avanzar hacia la Huelva que todos deseamos. Una realidad hacia la que estamos dando pasos decisivos".

Esa es precisamente la intención municipal a la hora de planificar un espacio único y en el que deben apoyarse los desarrollos urbanísticos futuros. Los accesos hacia el Ensanche deben abrirse especialmente si continúan los planes para la apertura de dos colegios en la zona, uno público y otro privado cuyos pasos se han cimentado en las últimas semanas. Si a eso se le añade la finalización de una de las torres planeadas para ese entorno, próxima a finalizar, los trabajos de reurbanización de las zonas comunes y la previsión de otro edificio de doce alturas próximo al anterior, la necesidad de contar con un mejor acceso a la zona que ahora apenas se limita a la avenida de la Ría, se convierte en una necesidad.

El concejal de Urbanismo añade que "a comienzos de septiembre, el derribo de todas las estructuras debe convertirse en una realidad, para comenzar con la habilitación de los nuevos espacios que deberán acometerse en el plazo más breve posible". En el horizonte se encuentra el garantizar el crecimiento de la ciudad por su espacio natural, un Ensanche que debe de dejar de estar al otro lado de las vías para convertirse en un espacio de expansión donde el suelo no abunda. La eliminación de los raíles del tren conlleva un espacio que ayudará e impulsará dicho crecimiento en una ciudad que lo reclama como un oportunidad para su desarrollo en todos los demás campos.

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