El edificio de la antigua sede de Correos en Huelva se mantendrá en pie y conservará toda su estructura exterior con su incorporación al Catálogo de Edificios, Elementos y Espacios Urbanos de valores singulares del Plan Especial del Casco Histórico.

El Gobierno municipal ha concluido un largo proceso que culmina hoy en el Pleno, con la presumible aprobación unánime que asegurará la conservación de esta construcción proyectada en 1929 y construida en 1931.

El portavoz del equipo de gobierno, Francisco Baluffo, aseguró ayer que este paso se da con “uno de los escasos referentes de la Huelva antigua que quedan en la zona de transición hacia la nueva barriada de Pescadería, que no queremos que se pierda”.

Ya se ha señalado con anterioridad desde el Ayuntamiento de Huelva que aunque se trata de un edificio sin un significativo valor arquitectónico, se asume como una seña de identidad en el paisaje urbano onubense, de gran valor sentimental, que no debía perderse.

Hace tres años, precisamente en el pleno ordinario de enero, la Corporación aprobó la propuesta de Izquierda Unida de proteger y recuperar el edificio, que estuvo en servicio para Correos hasta 2010.

El equipo de gobierno se comprometió a iniciar los trámites de catalogación del edificio y a negociar con el Gobierno su rehabilitación. El primer paso lo ha dado relativamente pronto, por cuanto en mayo de 2018, la Junta de Gobierno aprobó de forma provisional su inscripción en el Catálogo, con la posterior fase de información.

Ahora es al Pleno al que le toca aprobar de forma definitiva la catalogación, en los términos que ya se plantearon entonces, con la posibilidad de construir un nuevo volumen trasero de cinco plantas, sobre el que se permite una pequeña superficie de ocho alturas para tapar la medianera existente con el bloque contiguo en la Avenida de Italia.

Los arquitectos Joaquín Otamendi y Luis Lozano proyectaron en 1929 el edificio que ahora se conserva por encargo de la Dirección General de Comunicaciones del Ministerio de Fomento para ser sede en Huelva de Correos y Telégrafos. Se inauguró en agosto de 1932 y se considera una de las construcciones representativas de la etapa de la Segunda República.

Cuenta con una sobria fachada monumental de corte racionalista, en la que destaca la simetría y combinación de huecos, con amplios ventanales en la parte inferior, y pequeñas ventanas con arcos de medio punto en la galería superior. Entre sus elementos más llamativos y recordados en la ciudad están las tres grandes cabezas de león para sus buzones exteriores, fundidas en los talleres de Minas de Riotinto, que fueron retiradas tras el cierre de la sede para evitar su deterioro.