Huelva

Un edicto, Documento del Mes

  • Relacionado con los incendios forestales, indica algunas de las medidas a adoptar

Un edicto de 1906, del entonces alcalde de Moguer, José Joaquín Rasco, será durante este agosto que se inicia el Documento del Mes del Archivo Histórico Municipal, por lo que ocupa un lugar de privilegio en la sala de consultas de las instalaciones. El catedrático de la Universidad de Huelva Juan Antonio Márquez explicó en la presentación del documento la importancia de los montes.

En pleno ecuador del verano, el Archivo Histórico Municipal moguereño propone al visitante seguir acercándose a la realidad local en la que se inspiró nuestro Nobel Juan Ramón Jiménez para escribir la más universal de sus obras, a través del programa especial de Documentos del Mes, que el responsable de la institución, Diego Ropero-Regidor, ha diseñado con motivo del Año Platero.

Se trata de dar a conocer y poner en valor algunos documentos de especial interés relacionados directamente con la ciudad, los personajes y los paisajes que recrea Juan Ramón en las páginas de Platero y yo. Y en esta ocasión el documento que ocupa ya un lugar destacado en el archivo moguereño es un edicto relacionado con la extinción de incendios forestales en los montes del municipio.

En el capítulo LXVI de Platero y yo, titulado Fuego en los montes, Juan Ramón describe su inquietud y la de las personas de su casa, cuando los resplandores de un incendio forestal en los pinares se divisan desde la azotea de la vivienda. El característico toque de la campana gorda de la torre, que anuncia a la población el fuego, es recordado por Juan Ramón en ese capítulo del libro con la complicada sencillez de la prosa del poeta, capaz de describir y emocionar al mismo tiempo. "La campana limpia su duro golpe sonoro y nos amartilla los oídos y nos aprieta el corazón...". Porque en una localidad como Moguer, con una importante masa forestal generadora de empleo y riqueza para la población, un incendio en los montes era sinónimo de alarma y desasosiego; de ahí, la estremecedora descripción del fuego que realiza Juan Ramón.

El Ayuntamiento de la localidad, con el fin de prevenir la destrucción de los montes públicos por estos incendios, acordó una serie de medidas para garantizar su conservación y, entre ellas, está el documento que nos ocupa, un edicto del alcalde José Joaquín Rasco Fernández, de 18 de agosto de 1906, en el que entre otras cuestiones se acuerda "señalar con un número de campanadas que seguirán al toque general anunciador del siniestro el distrito o dirección que ha de seguirse para el fuego", quedando establecidas once zonas, las cuales se identificaban por el número de toques de la campana gorda de la torre de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Granada.

El encargado de explicar con detalle este interesante documento, así como la importancia de los montes de propios para el Moguer de la época, fue el profesor moguereño Juan Antonio Márquez Domínguez, doctor en Geografía, catedrático de la Universidad de Huelva y uno de los mayores especialistas en el estudio de nuestro territorio.

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