Huelva

Ocho detenidos en Huelva que formaban una banda de atracadores de pisos

  • La Policía desarticula el grupo, que centró sus actuaciones en verano por los traslados a la playa

La Policía Nacional ha desarticulado en Huelva un grupo criminal organizado supuestamente dedicado al robo en domicilios y ha detenido a ocho personas, algunas de ellas con antecedentes policiales por presuntos delitos contra la propiedad.

Las detenciones se han llevado a cabo tras practicarse tres registros en domicilios y uno en una nave de un polígono industrial que han dado como resultado la recuperación de numerosas joyas, teléfonos móviles, ordenadores, dinero en metálico y numerosas herramientas que les han servido para el acceso al interior de las viviendas robadas. Igualmente se han intervenido 4,5 kilogramos de hachís y 55 gramos de cocaína.

Las investigaciones comenzaron al detectarse un aumento de robos en determinadas zonas de la capital onubense, hecho que se produjo coincidiendo con el traslado que, al iniciarse el verano, muchos ciudadanos de la capital efectúan a municipios costeros de la provincia. A resultas de la puesta en marcha de un dispositivo especial, se pudo determinar un parámetro de búsqueda que permitió reducir las investigaciones a un grupo de personas sobre las que se comenzaron las pesquisas.

A medida que iban avanzando las investigaciones, los agentes de la Brigada de Policía Judicial comprobaron que el grupo inicial de personas se iba ampliando y que actuaban en células dirigidas por dos personas, constituyendo un grupo criminal asentado en la capital, compuesto por jóvenes onubenses, perfectamente organizado y jerarquizado, que se dedica de forma permanente y especializada a la comisión de robo en el interior de domicilios. Todos estos robos tienen idénticas o características similares en cuanto a su modus operandi, siendo 'maestros' en la entrada en los domicilios con diferentes modalidades.

El método utilizado por los arrestados dependía del grado de dificultad que pudiera presentar el piso que pretendían robar. Si la llave no estaba echada liberaban el resbalón con un objeto apropiado para ello. En otras ocasiones, mediante la técnica del 'bumping' --usando una llave falsa-- lograban desbloquear la cerradura. Si las medidas de seguridad de la puerta eran más elevadas, utilizaban la técnica del 'sacacorchos', extrayendo el bombín de la cerradura.

Una vez conseguían acceder a los pisos, se hacían con el botín en un espacio de tiempo muy reducido. Se apoderaban principalmente de joyas, dinero en efectivo y dispositivos electrónicos con una fácil salida en el mercado ilícito.

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