2,10%

El mercado de las embarcaciones de recreo navega por aguas turbulentas. La provincia de Huelva, que se encuentra entre las veinte españolas con mayor cuota de mercado (se matriculan 216 embarcaciones al año de las algo más de 10.000 de todo el país) ha cerrado el último año con un descenso en la demanda del 14%. Es decir, que se ha matriculado una sexta parte menos de naves que el año anterior. El sector más afectado, el de la vela, que ha caído un 46%, según los datos de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (Anen). Se adquieren menos embarcaciones y también se alquilan menos, lo que deja muestras de que en tiempos de crisis cada vez es más difícil navegar.

El año pasado, más de 200 onubenses decidieron adquirir una embarcación de recreo (incluidas las motos de agua), lo que representa el 2,10% de las que se compraron en todo el país y mantiene a Huelva en el primer tercio del ranking nacional, encabezado por Barcelona, Baleares y Madrid, al mismo nivel que Tarragona y por delante de otras provincias costeras como Cantabria, Asturias, Almería o Castellón.

Huelva mantiene su posición, pero ha visto cómo la náutica no ha sido capaz de soportar el envite de la crisis, especialmente a partir del segundo semestre del año, lo que ha dejado un descenso en las ventas del 14,29%.

El descenso afecta a todas las tipologías, salvo aquéllas que se pueden adquirir a un precio más económico (las neumáticas). Así, son las de vela las que más parecen haber acusado la crisis, dejando las ventas casi a la mitad que el año anterior (bajan las matriculaciones un 46,15%), frente a la media nacional que dejó un descenso de algo más del 17%. El siguiente bajón, el registrado en las motos de agua, que pierde más de una tercera parte (34,21%) del mercado, para dar paso al de las embarcaciones a motor, que son las que más se demandan en la provincia (de las 216 adquiridas el año pasado, 156 corresponden a este grupo). Éstas cayeron casi un 20%.

Por contra, las embarcaciones neumáticas (que representan el 13% del mercado onubense) registraron los mayores incrementos de todo el país. En el caso de las plegables, que son muy utilizadas como auxiliares en los yates para trasladarse a tierra desde el fondeo, para disfrutar de una vuelta a pocos metros de la costa, así como para realizar salidas de buceo o excursiones cercanas, pasaron de las 5 de 2007 a las 21 del año pasado, con lo que las ventas se llegaron a multiplicar por cuatro (+320%). Mientras que las semirrígidas, utilizadas en labores de salvamento o para la práctica de deportes acuáticos, se triplicaron en el último año (+250%). Por contra, en el conjunto del país estas embarcaciones tuvieron un comportamiento más negativo (en el primer caso descendieron un 8% las ventas y en el segundo, crecieron un 3%).

Los bolsillos no parecen estar para gastos extra y los onubenses tampoco han apostado en el último año por el alquiler de este tipo de embarcaciones y eso ha llevado a que sólo se matriculen 6 nuevas embarcaciones en la provincia para este uso, lo que supone un 14% menos que el año anterior.

Así, mientras que hace siete años se produjo un aumento en la demanda de embarcaciones de recreo de las conocidas como 'esloras sociales' (barcos de entre 8 y 12 metros de longitud), producido por el acceso de las clases medias al mundo de la náutica, la recesión ha frenado casi en seco la actividad de muchas empresas dedicadas a la venta de este tipo de embarcaciones de recreo (se excluyen las de transporte de pasajeros o cualquier otra actividad que no sea para el disfrute personal).

Ante esta situación, el sector reivindica que se adopten medidas para impedir que el mercado se vaya a pique y así se exige la supresión del impuesto especial de matriculaciones (que graba una embarcación de recreo de más de 8 metros de eslora con un 12%, además del IVA correspondiente), una carga fiscal, que según se apunta desde la patronal es única de este tipo que existe en Europa, además de ser desmesurada para los propietarios de un barco de recreo. Una advertencia que llega después de comprobar que en lo que va de año el descenso se sitúa en el 53% (el dato es nacional, aunque desde la patronal se entiende que el comportamiento es similar en todas las provincias).

A pesar de esta situación, la Junta sigue apostando por este segmento turístico de calidad y quiere dar un impulso al reto marcado para 2015 de que Andalucía cuente con 25.000 atraques. Y ya está manos a la obra, acometiendo la ampliación de cuatro puertos y la construcción de otro más que supondrán 2.000 nuevas plazas en los pantalanes, es decir, la oferta portuaria andaluza aumentará un 11% en un plazo muy corto de tiempo. Los primeros resultados se podrán ver en Huelva, según los datos de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA) ; concretamente en Punta Umbría, donde ya están ejecutándose las obras para albergar hasta 70 embarcaciones más, a los que pronto se le sumarán otros 200 más en el puerto lepero de El Terrón. Pendiente de aprobación está el proyecto del río Piedras, al que se dotará de una dársena con capacidad para acoger 1.500 embarcaciones.